Desde hace mucho tiempo, ha existido la creencia de que después de comer se deben esperar dos horas antes de comenzar a nadar, de lo contrario se corre el riesgo de sufrir calambres que pongan en peligro la vida de la víctima; esta ha ocasionado que la gente, en especial los niños, pierdan tiempo antes de que se metan al agua.
Este pensamiento ha estado presente en diferentes generaciones, por lo que no se suele cuestionar su veracidad y en consecuencia se suele seguir al pie de la letra y a propósito de la época de calor durante las vacaciones de Semana Santa o de verano, tiempo en el que los balnearios y playas suelen ser muy visitados, te hablamos del tema.
¿Qué pasa si nadas después de comer?
La gente solía decir que si nadabas después de comer corrías el riesgo de que sufrir calambres, según porque la sangre estaba trabajando en el proceso de digestión, lo que producía que la persona afectada se ahogara al no poder moverse, no obstante, esto es un mito, ya que no hay evidencia científica de que sea así.
De acuerdo con Michael Boniface, experto de la Clínica Mayo, meterse a la alberca o al mar después de comer no es peligroso, aunque si puede resultar incómodo. Es así como en un artículo especializado se detalló que se pueden producir náuseas.
Esto ocurre porque la fuerte actividad física dirige el flujo de sangre del aparato digestivo hacia la piel, los músculos de los brazos y las piernas, por lo que si la comida aún no ha sido dirigida, cabe la posibilidad de que sea regresada.
Igual se puede vomitar si se tiene miedo al agua, por lo que es importante realizar esta actividad sin estresarse. Además, si se acaba de comer lo recomendable es esperar de media a una hora para evitar náuseas, aunque dependerá de lo que se haya comido.
En este sentido, es importante que se sigan diferentes estrategias de prevención para que no se generen problemas; como no realizar juegos brucos, utilizar las prendas adecuadas, no jugar alrededor de la piscina y evitar ir a zonas profundas si no se cuentan con las habilidades de natación necesarias.
Recomendaciones para evitar riesgos
Por su parte, las investigaciones apuntan a que los calambres que se generan no están vinculados con la comida, sino con el ejercicio. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de (CDC) han hecho las siguientes recomendaciones para evitar inconvenientes al nadar:
- No entrar al agua con diarrea.
- Quedarse afuera si se tienen cortes o heridas abiertas.
- Ducharse antes de nadar.
- No tragar el agua de la piscina.
- Usar protección.
- Llevar a los niños al baño o revisar sus pañales de forma constante.
- Secarse bien los oídos al salir de la piscina.
- En el mar, no se debe entrar si hay tuvieras cerca o si el agua es turbia.