Diversas investigaciones siguen en búsqueda de determinar los daños que provoca el contagio de la Covid-19 a largo plazo para aquellos que sufrieron del contagio o quienes requirieron de hospitalización, pero sobrevivieron.
La Universidad de Cambridge, en conjunto con el Imperial College de Londres, buscó enfocarse a los problemas cognitivos y de salud mental que puede provocar la enfermedad. Junto a los problemas respiratorios que provocaba, el contagio del coronavirus también dejó varias secuelas tras la recuperación.
Gracias al avance de la vacunación la cantidad de fallecimientos han disminuido en todo el mundo, pero el riesgo de la aparición de nuevas variantes y ante la relajación de las medidas provoca que la posibilidad de contagio se mantenga latente.
EL DAÑO COGNITIVO PROVOCADO POR LA COVID-19
De acuerdo con el estudio publicado por la Universidad de Cambridge como por la eClinicalMedicine se estima que la pérdida cognitiva tras sufrir de la enfermedad en promedio es similar la que se produce con un envejecimiento de 20 años, entre los 50 a los 70 años, es decir, el equivalente a perder 10 puntos de coeficiente intelectual.
Los pacientes también mostraron puntajes bajos en tareas como el razonamiento analógico verbal, que se relaciona con la dificultad de encontrar palabras; velocidades de procesamiento más lentas, esto debido a la disminución del consumo de glucosa cerebral dentro de la red frontoparietal del cerebro que se encarga de la atención, la resolución de problemas complejos y la memoria de trabajo.
De igual forma, aquellos pacientes que se recuperan de un contagio grave puede mostrar otros síntomas dentro del espectro de salud mental como son la ansiedad, bajo estado de ánimo, depresión, estrés postraumático, fatiga, y trastornos del sueño.
“El deterioro cognitivo es común a una amplia gama de trastornos neurológicos, incluida la demencia e incluso el envejecimiento rutinario, pero los patrones que vimos, el deterioro cognitivo ‘huella digital’ de Covid-19 era distinta de todas estas”, afirmó el profesor David Menon de la División de Anestesia de la Universidad de Cambridge y principal autor del estudio. “Seguimos a algunos pacientes hasta diez meses después de su infección aguda, por lo que pudimos ver una mejora muy lenta. Si bien esto no fue estadísticamente significativo, al menos va en la dirección correcta, pero es muy posible que algunas de estas personas nunca se recuperen por completo”.
Respecto a las razones por la que este daño ocurra, la investigación señala que puede ser una combinación de factores, como la infección viral directa, el suministro inadecuado de oxígeno o de sangre al cerebro, el bloqueo de vasos sanguíneos y hemorragias microscópicas.
El estudio solo tomó en cuenta a pacientes que requirieron de hospitalización, pero también se puede presentar en aquellos que no están lo suficientemente enfermos como para ser admitidos y que pueden tener deterioro leve.
¿CÓMO SE REALIZÓ EL ESTUDIO?
Para obtener los resultados se utilizó la base de datos del NIHR Covid-19 BioResource, una que recopila los casos de Covid en el Reino Unido. En especial se analizó a 46 personas que recibieron atención hospitalaria tanto en la sala de urgencias o en la unidad de cuidados intensivos en el Addenbrooke’s Hospital.
De estos pacientes 16 de ellos recibieron ventilación mecánica en su paso por el hospital y todos ellos se sometieron a pruebas cognitivas computarizadas detallas al menos seis meses después de que sufrieron la enfermedad.
Para las pruebas se usó la plataforma Cognitron, la cual mide diferentes aspectos de las facultades mentales como la memoria, la atención, el razonamiento, además de evaluarse las escalas que miden la ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.
Los resultados de los pacientes se compararon con 66,008 miembros del público general para conocer el daño cognitivo con personas de su edad como aquellas que no sufrieron de la Covid-19. Se estima que en el Reino Unido cerca de 40,000 personas han recibido cuidados intensivos a causa de la enfermedad y se estima que muchos más enfermaron de gravedad, pero decidieron no recibir la atención o no pudieron recibirla.