Durante las primeras semanas de enero, se han detectado 16 casos de depresión en el estado, de los cuales 11 de estos se registraron en mujeres mientras que los cinco restantes fue detectado en varones, esto de acuerdo a los datos arrojados por el Boletín Epidemiológico.
Hasta el momento la entidad se ubica entre los 15 estados con menos casos de esta afección que está asociada a los cambios ánimo, mientras que la Ciudad de México, Chihuahua, Veracruz, Jalisco y Tamaulipas son los que lideran los cinco primeros puestos con 159, 153, 111, 103 y 71 casos respectivamente.
De manera paralela, los estados que registran menos pacientes con este padecimiento son Guerrero con cuatro casos y Oaxaca con cinco. A estos le siguen Baja California Sur, Sonora y Tlaxcala con nueve cada uno.
A la lista se suman Chiapas y Querétaro con 10; Yucatán registra 11; Colima se mantiene con 14; Puebla y Zacatecas con 16, mientras que Hidalgo tiene 17 casos.
Por su parte, Quintana Roo, Aguascalientes y Coahuila tienen hasta el momento 18, 19 y 21 registros de personas con depresión.
DEPRESION ES MULTICAUSAL
El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), detalla que la depresión en los adultos mayores es multicausal y están expuestos a este padecimiento por el incremento de las enfermedades físicas, múltiples pérdidas, condiciones psicosociales adversas y el propio envejecimiento cerebral, factores que aseguran, contribuyen a la elevada prevalencia de este.
El CENAPRECE advierte que algunos factores de riesgo extrínsecos para el desarrollo de depresión es la pobreza, mala red de apoyo, auto percepción negativa sobre el estado de salud, aumento del estrés social, malas interacciones persona-ambiente, aislamiento social, pérdidas y duelos, relaciones interpersonales no recíprocas, así como la violencia familiar, de género y edad, por mencionar algunas.
A esto también se suma la presencia de diversas pérdidas en la vejez como pérdida de empleo, jubilación o estatus, viudez, deterioro físico y económico, lo que repercute en la calidad de vida y autoestima del paciente. El miedo a padecer enfermedades, accidentes, perder autonomía, convertirse en una carga para sus seres queridos y la muerte, representan factores que con frecuencia actúan como precipitantes de la depresión.
ESPECIALISTA PIDE ESTAR ATENTOS A CAMBIOS DE CONDUCTA EN MENORES
Cristal Camela Bañuelos, psicóloga del Centro de Psicología y Desarrollo Infantil, en entrevista con El Sol de Puebla refirió que en el caso de los menores es importante poner especial atención a los cambios de conducta que presentan, toda vez que la depresión influye en los intentos suicidas.
“El menor empieza a presentar una tristeza, inestabilidad emocional o, incluso, pueden manifestar su depresión con conductas agresivas. En el caso de los adolescentes muchas veces empiezan a aislarse o dejan de hacer aquellas cosas que antes les divertían”, comparte.
Cuando ya hay la presencia de pensamientos suicidas estos pueden reflejarse en pequeñas autolesiones que pueden ir aumentando de nivel. Previo a esta sintomatología, explica la especialista, algunos de ellos manifiestan sus cambios de conducta evadiendo el diálogo con las personas, principalmente con los padres, por lo que consideró importante estar en constante comunicación con ellos y buscar ayuda profesional para detectar el problema e iniciar un tratamiento especial.
“Así como buscamos a un doctor para curar una fiebre o una tos, las emociones también deben revisarse, porque nadie está exento de vivir una depresión. Los psicólogos son la ayuda para saber cómo están nuestras emociones y la de nuestros hijos”, indicó.