Las tortillas forman parte de la dieta diaria de los mexicanos. Esto se debe a su practicidad, ya que pueden usarse para acompañar algún platillo, ser la parte principal o incluso srive como una cuchara comestible. De esta manera es como en el mercado han lanzado varias opciones.
Las más populares son las de maíz y harina, siendo esta última una alternativa muy popular en el norte del país; es así como muchas familias han desarrollado sus propios hábitos en los que se les ha hecho costumbre elegir alguna de estas dos presentaciones.
Los expertos en nutrición han realizado diferentes investigaciones en las que han analizado los efectos que causan en el organismo, pues a pesar de ser productos similares, tienen un proceso de fabricación diferente. A continuación te daremos una serie de datos para que los tomes en cuenta antes de inclinarte por alguna de las dos.
Propiedades de las tortillas de maíz
La receta original sostiene que están elaboradas con agua, cal y maíz, el cual puede ser de varios colores, lo que da origen a que haya opciones en distintas tonalidades, tal el caso de las amarillas, azules, blancas, rojas y otras más.
La forma más saludable de hacerlas es a través del proceso de nixtamalización, en el que cuecen los granos de maíz hasta que se ablanden. De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este tipo de tortilla contiene una gran cantidad de calcio y proteína.
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También se explicó que puede evitar el estreñimiento y aumenta la sensación de saciedad, es decir, te quita más rápido el hambre. Mientras no se coma exceso, este producto 'no engorda,' en especial por el magnesio que regula los procesos del cuerpo.
¿Qué pasa con las tortillas de harina?
Las tortillas de harina tienen propiedades distintas a las de maíz. En cuanto a su origen, hay quien sostiene que vienen del pan árabe que llegó al país desde España. Las ocupan para preparar quesadillas, tacos o incluso ‘burritos’.
Según una investigación realizada por El Poder del Consumidor, gran parte de estos productos contienen grasa vegetal, sal yodada, sulfato de aluminio, sodio, fosfato monocálcico, mono y diglicéridos, aceite vegetal, enzimas, azúcar, propionato de calcio, ácido sórbico, enzimas activas de soya y peróxido de calcio.
En cuanto a los elementos buenos que puede tener se encuentra la fibra, la cual es buena para la digestión. Sin embargo, en este estudio se determinó que son más las desventajas que ofrece en comparación a los beneficios.
¿Cuál es la mejor opción?
De acuerdo con la información proporcionada por los especialistas, la más saludable es la tortilla de maíz, pues en promedio una pieza tiene cerca de 52 calorías, mientras que las de harina contienen entre 80 y 150 calorías.
Además, la UNAM comentó que las de maíz contienen las vitaminas A, C, E, B1 y B2 que en el organismo trabajan para trasformar a los carbohidratos en energía y aumentan la producción de glóbulos rojos, lo que mejora la calidad de vida.
Por su parte, El Poder del Consumidor indicó que muchas marcas de tortillas de harina tienen compuestos nocivos para el organismo, tal es el caso de la manteca vegetal, el sulfato de aluminio y el peróxido de calcio.
“En grandes dosis puede provocar toxicidad en los riñones y acumulación de partículas de aluminio en el organismo, por lo que está contraindicado en personas con Alzheimer”, lo que significa que puede causar enfermedades crónico degenerativas.