Uno de los movimientos que los bebés tienen ampliamente desarrollado desde su nacimiento es el reflejo de succión, por lo que es común que se les pueda observar constantemente con el pulgar u otros dedos en la mano en la boca al nacer e incluso antes, pues para ellos tiene un efecto calmante, de aquí a que muchos padres hagan uso de los llamados chupones para mantenerlos tranquilos.
Pero estos objetos también conocidos como chupetes, son un pezón de goma o plástico, los cuales suelen tener la misma forma, aunque sus funciones suelen ser sometidas a discusión, pues algunos especialistas afirman que su uso no es nocivo para los menores, mientras que otros reprueban su existencia, por lo que la Mayo Clinic compartió diversas ventajas y desventajas sobre ellos.
¿Cuáles son las ventajas de los chupones?
Debido a que para algunos bebés estos objetos son necesarios para que se sientan satisfechos entre cada comida, dentro de las ventajas encontradas por este centro médico figuran el que un chupón puede calmar a un bebé molesto, además de ofrecerle una distracción temporal, principalmente cuando se va a aplicar una inyección o se realizará un estudio médico.
Otro de sus beneficios es que puede contribuir a que el bebé se duerma, además de que tiene la capacidad de aliviar las molestias durante un vuelo, esto debido a que los bebés no tienen la capacidad de destaparse los oídos tragando o bostezando, por lo que para ellos implica un dolor debido a los cambios de presión en el aire, lo cual se puede solucionar con la succión.
Uno de los puntos a favor más importantes es la reducción del riesgo del síndrome de muerte infantil súbita durante una siesta e incluso al dormir por las noches; además de que son desechables, pues cuando llegue el momento pueden ser arrojados a la basura, aunque si el menor recurre a los dedos puede complicarse la eliminación de este hábito.
¿Qué desventajas tienen los chupones?
Por el contrario, dentro de las desventajas en el uso de estos objetos se encuentra que el bebé puede generarse una dependencia del mismo, incrementando los berrinches cuando no lo tenga; así mismo incrementa el riesgo de padecer infecciones del oído medio, aunque estas se mantienen en niveles bajos desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, cuando el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita está en su punto más elevado.
Otros de los conflictos es que el uso prolongado, principalmente cuando se da después de los primeros años de vida, puede ocasionar problemas dentales, generando que los dientes estén mal alineados; incluso expertos han comprobado que tiene la capacidad de alterar el amamantamiento, por lo que la recomendación es esperar hasta las 3 o 4 semanas para ofrecerle el chupón.
Finalmente, dentro de las recomendaciones en caso de que se determine hacer uso del chupón se encuentra el no utilizarlo como primera línea de defensa y explorar otras opciones cuando llore, así mismo se recomienda elegir una variedad de una sola pieza y que sea apta para lavavajillas, además de dejar que sea el menor quien marque el ritmo y que no debe ser endulzado.