Si un gato de edad avanzada deja de comer puede deberse a distintas razones. El dolor es uno de los factores más determinantes por el cual la mascota rechaza la comida.
Muchas veces se debe a una dolencia en las articulaciones, problemas en los dientes o inflamación de las encías que le causan dolor al masticar, señala la Asociación Alemana de Médicos Veterinarios en su publicación mensual.
Sin embargo, también el estrés o la ansiedad que pueden influir en el gato. Con los años los animales son más susceptibles al estrés y sobre todo los gatos reaccionan fuertemente a situaciones inusuales como por ejemplo, un sofá nuevo, una nueva pareja, otro gato o estar de repente al cuidado de otra persona.
Si el gato se niega a comer todo un día hay que llevarlo al veterinario. A diferencia de los perros, los gatos no toleran fases prolongadas sin alimento y pueden reaccionar con trastornos metabólicos graves.
Si sólo se trata de una pérdida temporal del apetito puede ayudar calentar un poco el alimento a temperatura corporal. Esto refuerza el sabor y que puede ser útil contra la disminución del sentido del olfato, apuntan los expertos.