Al momento del nacimiento de un bebé los médicos suelen prestar atención a diversos detalles, por mínimos que sean, pues estos pueden ser una señal de un determinado padecimiento o condición que represente un conflicto a futuro y uno de los aspectos que suele provocar interés entre los padres es la forma que tiene la cabeza del recién nacido pues existen algunas comunes.
Es cuando dichas características salen de lo que las personas se encuentran acostumbradas a mirar que se convierte en un motivo de alarma, sin embargo, de acuerdo con la Mayo Clinic son muchos los recién nacidos que presentan ligeras irregularidades, por lo que es necesario investigar cuál es la causa de esta modificación para poder determinar si se requiere de un tratamiento.
¿Qué factores pueden causar que la cabeza de un bebé parezca irregular?
De acuerdo con el mismo centro médico, existen ocasiones en las que la cabeza del recién nacido adquiere una forma desigual cuando atraviesa el canal de parto, esto debido a que nacen con zonas blancas en la cabeza, las cuales reciben el nombre de fontanelas, esto debido a que los huesos del cráneo para ese momento no se han juntado, permitiendo que la cabeza se desplace.
Pero este no es el único fin que tienen estas zonas blandas del cráneo, sino que también permiten que se adapte el cerebro del bebé, mismo que crece rápidamente durante la infancia, además de que la cabeza comúnmente tiene una forma irregular, redondeándose con el paso del tiempo después del nacimiento tras la presión ejercida cuando se le acuesta en la misma posición con frecuencia.
Según señalan los médicos, pasar demasiado tiempo acostado en una sola posición puede provocar que la cabeza del infante desarrolle una forma irregular que puede durar un mayor tiempo que la asimetría relacionada con el momento del nacimiento, lo cual se conoce como modelado postural o plagiocefalia postural, la cual puede ser más notable si se mira desde la parte posterior.
¿Implica un riesgo una cabeza con forma irregular en un bebé?
Cuando el origen de la forma irregular en la cabeza de un bebé es por modelado postural simplemente se le considera como un problema estético y pese a la existencia de áreas planas relacionadas con la presión de la cabeza no existen posibilidades de que se produzca un daño cerebral, además de que tampoco produce interferencias en el desarrollo del menor.
Esto se debe a que en medida que el bebé adquiere una mayor fuerza en la cabeza y el cuello, además de que aprende a darse la vuelta, la presión se distribuye de manera más uniforme en el cráneo y con el tiempo las irregularidades suelen emparejarse, aunque puede ser necesario un examen físico además de recomendar el cambio en la posición para minimizar la deformidad.
Finalmente, existen problemas musculares no diagnosticados como la tortícolis que son los que generan que un bebé mantenga la cabeza inclinada hacia a un lado, cuando será necesaria la aplicación de fisioterapia para ayudar a estirar los músculos afectaros y permitir el cambio de posiciones de la cabeza con una mayor libertad, aunque en muy pocos casos dos o más de las placas óseas en la cabeza de un bebé se fusionan prematuramente lo que genera la deformación a medida que el cerebro crece, problema conocido como craneosinostosis.