Las herramientas para combatir la Covid-19 llegaron hasta el alcantarillado de Estados Unidos, pues autoridades ampliaron el monitoreo en las aguas residuales para utilizarlas como una alerta temprana para futuras oleadas o nuevas mutaciones de la enfermedad.
El organismo encargado de esta actividad es el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) quien incluso ya compartió las más recientes tendencias que ha tomado el virus en el país vecino del norte.
La intención de estas pruebas se debe a que en la actualidad, aunque se realizan más pruebas para la detección del coronavirus, menor cantidad es informada a las autoridades, por lo que planean que con estos datos los organismos de salud puedan tomar las mejores decisiones e incluso envíen equipos a puntos en los que se detecten grandes concentraciones del virus.
“La ventaja que tiene la vigilancia de aguas residuales es que no depende del comportamiento humano, más allá de usar el baño”, indicó Amy Kirby, líder del programa del Sistema Nacional de Vigilancia de Aguas Residuales de los CDC.
Cabe señalar que el Sistema Nacional de Vigilancia de Aguas Residuales (NWSS, por sus siglas en inglés), entró en operaciones desde la llegada de la Covid-19 a Estados Unidos en septiembre de 2020, pero hasta ahora se han dado a conocer más detalles acerca de estos trabajos.
Aunque estas pruebas puedan ofrecer tendencias en cuanto a la dispersión del virus, también es importante señalar que estas muestras no pueden ofrecer cifras exactas en cuando a personas contagiadas se refieren.
¿CÓMO SE DETECTA LA COVID-19 EN LAS AGUAS RESIDUALES?
Debido a que las personas infectadas del SARS-CoV-2 también eliminan el virus mediante sus heces, esto pese a no tener síntomas, por lo que al mezclarse con las aguas residuales el virus es detectable, a su vez esto permite que se puedan detectar posibles focos rojos por la densidad de contagios.
Una vez que los desechos llegan a las aguas residuales, ya sea de fuentes domésticas o no domésticas, pruebas son recolectadas a media que fluyen hacia las plantas tratadoras, muestras que son enviadas a laboratorios ambientales y de salud pública.
A su vez, estos envían sus datos a los CDC mediante el portal en línea del NWSS, el cual analiza los datos e informa los resultados al departamento de salud correspondiente, además de que se encuentran a la mano del público mediante un rastreador de datos.
Cabe recalcar que si bien la Covid-19 es eliminada mediante las heces y puede ser detectada en las aguas residuales, hasta el momento no existen datos de que alguien se haya contagiado al tener una exposición directa con estas aguas ya sea tratadas o no tratadas.