Cuando de excitar a un hombre se trata, muchas mujeres utilizan la imaginación para hacer del acto algo bastante visual, sin embargo, otras más puede recurrir a las habilidades, tanto manuales como sensoriales; formas existen muchas, sin caer en la monotonía, y una de ellas puede ser a través de la estimulación de sus zonas erógenas, aquellas partes del cuerpo que pueden aportar más placer del que se puede imaginar, y en esta nota te diremos de cuáles zonas se tratan.
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Y es que, la piel se considera como el órgano sensorial más grande del cuerpo, esto debido a que cuenta con cerca de millón y medio de receptores sensitivos, gracias a los cuales, la totalidad de nuestro cuerpo tiene la capacidad para sentir placer y también dolor.
¿Qué son las zonas erógenas?
Las zonas erógenas son partes del cuerpo que, cuando se estimulan, proporcionan placer, esto debido a que en ellas se acumulan muchas terminaciones nerviosas. En muchas ocasiones, dependiendo del punto que se esté estimulando, este placer se puede hacer tan intenso que se convierte en un truco infalible para llegar al orgasmo.
Y aunque muchas mujeres suelen pensaran que las zonas erógenas de un hombre se limitan únicamente a sus órganos sexuales, hasta el punto de olvidar el resto del cuerpo, lo cierto es que existen varias partes que, sin duda alguna, los ayudará a poder experimentar una sensación más placentera a la hora de la intimidad.
¿Cuáles son las zonas erógenas del hombre?
Además de las zonas erógenas primarias, en las que se incluyen los genitales, los pezones, el ano y la zona perianal, es importante tomar en cuenta que existen otras zonas erógenas secundarias que, de estimularse adecuadamente, se pueden convertir en el preliminar de algo más excitante, como tener un sexo fabuloso y reavivar la pasión, así como conseguir más placer durante el encuentro sexual en general, y a continuación, te las mencionamos:
Orejas: Los lóbulos, las orejas y la parte trasera de estas son muy sensibles, porque cuentan con muchas terminaciones, y aunque a menudo esta es un área olvidada, puede ayudar a calmarlo o emocionarlo, según sea el caso. Para estimularlos basta con comenzar a acariciarlo con tu pulgar y el dedo índice, en la zona que conecta con el tejido de la cara, también puedes usar tus labios para incrementar su sensibilidad, solo basta con pasarlos en la zona con un sutil roce para que tu chico pueda tener una sensación muy placentera, puedes completar con palabras sensuales y también lamer los lóbulos para excitarlo más. Ya sea que uses los dedos, los labios o los dientes, sé suave y sin duda obtendrás un resultado satisfactorio.
Cuello y nuca: Una vez que te encuentres por las orejas, las zonas erógenas secundarias por excelencia son la nuca y el cuello, y para estimularlos, puedes iniciar con suaves besos desde sus hombros, hasta acariciar su cuello. A algunos hombres les encanta cuando pasas suavemente las uñas justo debajo de la línea del cabello ¡también puedes hacerlo!
Pecho: Aunque a muchas parejas les suene un poco extraño ¡sí! El pecho también puede ser una zona sensible para los caballeros (no en todos, pero sí en algunos); a pesar de que no es tan sensible como el femenino, lo cierto es que, si responde bien a tus besos, puede ser un punto clave de estimulación durante el coito.
Brazos: A pesar de que muchos al leer esto dijeron ¿brazos? La realidad es que las extremidades superiores son muy sensibles y un símbolo de virilidad para él, así que le encantará que te rodees con sus brazos y los toques y acaricies, sobre todo si se está esforzando con ejercicios para tener los brazos tonificados en el gimnasio.
Espalda y sacro: La espalda también es una gran zona erógena, tan amplia como sensible, por lo que te sugerimos acariciar esta parte suavemente, dejando recorrer tus manos desde la altura de los hombros, hasta llegar a la cintura; con la yema de los dedos será mejor. Y para quienes no ubiquen el sacro, este es ese pequeño triángulo al final de su médula espinal, justo sobre el trasero, te sugerimos acariciarlo o pasa tus dedos o uñas sobre él, eso hará que tomes por sorpresa a tu pareja y créeme, apreciará tu espontaneidad.
Glúteos: Otra parte de los chicos que es muy sensible a la estimulación, son glúteos o nalgas, y puedes estimularlas únicamente acariciándolas, claro, si él también está de acuerdo; en caso de que no, basta con darle un par de sutiles nalgadas o hacerle travesuras en esta zona.
Pies: Los pies siempre han sido objeto de un particular fetichismo, dándoles connotación sexual, esto debido a que están llenos de terminaciones nerviosas y por eso se encuentran siempre entre las recomendaciones de masajes relajantes que no te puedes perder. Masajearlos, evitando las cosquillas, puede ser muy placentero para él. Te sugerimos utilizar aceite y concentrarte en la zona de los tobillos a la planta y los dedos. Y si te animas, usa también la boca y verás los resultados
Abdomen bajo: Una de las cosas favoritas para ellos, que puedes incluir en los juegos preliminares es esta zona que abarca del ombligo a la pelvis, es estimularlos justo ahí, puedes hacerlo de forma descendente, acariciar o besar suavemente el vientre hasta llegar al área que queda justo encima del pene, sin llegar a tocarlo, eso le generará tal tensión sexual que hará que cada minuto sea más excitante que el anterior.
Piernas: Otra zona que para ellos puede resultar muy sexy, son las piernas, sobre todo el interior de los muslos, cerca de su sexo. Puedes estimular esta zona con caricias y besos, justo antes de ir directamente a su pene.
Escroto: Muchas mujeres tienen la idea errónea de que los testículos son puntos demasiado erógenos para los hombres, sin embargo, la realidad es que no se trata de estos, sino el escroto, que es el tejido que los rodea. Eso significa que es crucial manejar esta zona, pero ojo, suavemente y para mayor placer, ve a lo largo de la línea que corre por el centro.
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