¿Sartén quemado? Cómo limpiarlo por dentro y por fuera, aquí unos trucos

Es bien sabido que retirar los restos de comida quemada, tanto del interior como del exterior, no es una tarea fácil

Mary Carmen M. Ávila | El Sol de Puebla

  · miércoles 10 de enero de 2024

Cómo limpiar sartenes quemadas para que parezcan otras. | Foto: Freepik

La mayoría de las amas de casa tienen en casa una sartén quemada que, aparentemente, no hay manera de limpiar, hasta ahora, ya que en esta nota te mostraremos unos pequeños trucos para dejarla como nueva, tanto por fuera como por dentro, sin esfuerzo alguno y además con productos que encuentras en tu cocina.

Y es que, es bien sabido que retirar los restos de comida quemada, tanto del interior como del exterior no es una tarea fácil, manchas que apenas si dejan ver el color original de este traste, algo que no es por falta de cuidado, sino por el uso frecuente, las salpicaduras de grasa que se quedan adheridas y la falta de un método de limpieza realmente efectivo.

Lo anterior puede provocar que las sartenes pierdan su adherencia interior y que se presenten especialmente ‘negras’, tanto por la parte de adentro, como la parte de abajo que está en contacto directo con el fuego. Por tal motivo, lo creas o no, en realidad existen unos trucos para limpiar sartenes con este tipo de manchas sin demasiado esfuerzo y a continuación te los compartimos.

Así puedes limpiar sartenes quemados por fuera

Para poder quitar lo ‘negrito’ de la parte exterior de tu sartén, solo necesitas bicarbonato sódico, papel absorbente y vinagre de limpieza. EL truco esta en dejar un tiempo en reposo los productos:

  • Voltea la sartén y colócala sobre un paño.
  • Con una cuchara cubre toda la zona exterior con bicarbonato sódico. Hazlo generosamente, sin escatimar producto para que penetre bien.
  • Cúbrela con papel absorbente.
  • Moja bien con vinagre de limpieza y deja reposar unas horas.
  • Levanta el papel con cuidado ya que la suciedad ya estará blanda.
  • Con ayuda de un estropajo y lavavajillas, friega la zona.
  • Si está muy sucia es posible que tengas que repetir el proceso y ¡listo!

Así puedes limpiar sartenes quemados por dentro

En el caso de que desees quitar lo quemado de tus sartenes por dentro, lo más aconsejable será evitar los productos abrasivos. Solo necesitas un estropajo suave y jabón, y solo en casos extremos, puedes ayudarte con agua hirviendo para terminar con las manchas, pues recuerda que el interior es la parte más delicada de una sartén, aun más si se trata de una sartén antiadherente.

La única regla que tienes que cuidar es que, al lavar las sartenes debe de ser cuando estén frías y no antes, ya que los cambios bruscos de temperatura son muy perjudiciales para ellas, así que aquí te presentamos algunos trucos:

Bicarbonato y vinagre

Combina una taza de vinagre blanco con una pizca de agua y ponlo a hervir en la sartén a fuego bajo. Cuando el vinagre llegue al punto de ebullición, retíralo del fuego y añade un par de cucharadas generosas de bicarbonato, lo que formará unas burbujas que ayudarán a desincrustar los restos de quemado. En caso de que no se haya retirado todo, puedes frotar con una esponja suave, un trapito o con algún instrumento que no sea metálico.

Agua hirviendo con jabón

Otro truco efectivo será cubrir de agua la sartén quemada, con unas gotas de lavavajillas con alto poder desincrustante, para después ponerla al fuego, a temperatura muy baja durante 10 minutos. La parte quemada se irá ablandando y buena parte se irá desincrustando por sí sola. Procura que el resto que quedó, lo retires cuidadosamente y si aún quedan más restos, una vez retirada la sartén del fuego, procura quitarlos con cuidadosamente, con una espátula o cualquier otro utensilio de plástico o madera. Después, solo hay que fregar con una esponja suave y, por supuesto, intentar que no nos vuelva a pasar. Te sugerimos usar una alarma.

Agua tibia y sal

Finalmente, otra sugerencia para quitar lo quemado de las sartenes es usando sal y agua tibia; lo único que tienes que hacer es cubrir tu traste con un buen puñado de sal y una pizca de agua tibia, para después dejar actuar la mezcla durante unos 20 minutos. Posteriormente fregar con agua caliente y ayudadándose de una espátula para retirar los posibles restos que hayan quedado. Si alguno de ellos persiste, podemos repetir la operación hasta conseguir retirarlos por completo.