Escuchar música a un muy alto volumen le costó caro a un hombre en España, quien recibió sentencia de un año y tres meses en prisión debido a las molestias que causaba a los vecinos.
La situación ocurrió en El Masnou, un municipio de la provincia de Barcelona, en donde Jordi F., escuchaba música electrónica a todo volumen durante todo el día y noche por al menos cinco años.
Las autoridades tomaron relevancia al caso en julio de 2015 cuando los vecinos de la casa contigua presentaron una queja, esto al pasar al menos ya tres años de aguantar la música. Esto aumentaba los fines de semana donde el volumen era excesivo.
De acuerdo con la sentencia ocurrida el pasado 11 de julio y obtenida por la agencia de noticias EFE, las mediciones de sonido mostraron que el volumen de la música superaba el límite de 35 decibeles permitidos al llegar hasta los 57 por las tardes y superaba el permitido de 30 por las noches al colocarse hasta los 56.
Debido al alto volumen de la música los vecinos registraban en su casa vibraciones en las paredes y algunos objetos terminaban por caer debido al movimiento.
La sentencia también muestra las distintas ocasiones en que los vecinos se quejaron por el sonido, al presentarse en 2012 y en 2017 la intervención de la policía, sin que el procesado hiciera algo por cambiar la situación.
Para el 2014 se tiene el registro de una advertencia de parte del concejal delegado de Medio Ambiente del Ayuntamiento de El Masnou al dueño de la casa por el motivo de contaminación acústica, pero como en los casos anteriores se hizo caso omiso.
Sus vecinos vivieron consecuencias a causa del volumen excesivo, recaba la investigación, debido a que una de las vecinas sufrió de problemas de insomnio que requirió de tratamiento con medicamentos y una más sufrió complicaciones con la enfermedad del Alzhéimer que ya padecía a causa de la ansiedad.
“(El acusado) no adoptó ninguna medida eficaz para evitar los efectos nocivos”, señala la sentencia. “(Con esto) aceptó las consecuencias gravemente peligrosas que aquello suponía para la salud física y psíquica de los vecinos”.
La sentencia contra el vecino ruidoso
Junto a la sentencia de un año y tres meses de prisión en contra de Jordi F., por delitos contra el medio ambiente, también se le obligó a pagar la cantidad de 18 mil euros como indemnización a tres de sus vecinos por daños a la moral. De igual forma, se incluye una multa más por 2,160 euros y se le prohibió ejercer alguna profesión relacionada con la música electrónica.
Lucía Avilés, magistrada del juzgado de lo penal número 2 de Mataró en Barcelona, señaló que los vecinos tenían que ser indemnizados por los daños morales, pero reconoció que no se tomó en cuenta ni el tiempo de curación ni las secuelas que dejó en las personas el estar tanto tiempo expuestas a la música en alto volumen.
Indicó que casos así muestran como se puede alterar el régimen normal de vida de los ciudadanos y perjudicar su estado mental por la ansiedad. Por ello, recalcó que se encuentra reconocido bajo la ley la contaminación acústica y las consecuencias que esta puede traer tanto física como químicamente en los seres humanos.
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