Luego de que tiempo atrás los tatuajes fueran motivo de estigmatización, de unos años a la fecha se han convertido en una práctica más recurrente, aunque no cualquiera es candidato a realizarse uno debido al dolor que esto implica, pues su realización implica el golpeteo de un conjunto de agujas en la piel para que la tinta pueda ser inyectada, pero, ¿cuál es el lugar más doloroso?
Y es que hay que puntualizar que el dolor es una respuesta que tiene el organismo a manera de protección con la finalidad de que los nervios lo detecten y el cuerpo pueda actuar para defenderse del agente externo que se encuentre generando afectaciones, por eso la realización de un tatuaje es considerada por nuestro cuerpo como un “daño”.
¿Cuál es la parte más dolorosa para tatuarse?
De acuerdo con diversos expertos, las partes del cuerpo en las que será más doloroso realizarse un tatuaje en las zonas en las que se tenga menos grasa y más nervios, tal es el caso de los pies, los tobillos, las espinillas, las axilas y la caja torácica, las cuales incluso son consideradas como zonas sensibles, pero esto puede variar dependiendo del umbral del dolor de cada persona.
Los especialistas afirman que, si bien en todos los casos los nervios del área que es pinchada al momento de realizarse un tatuaje envían una señal de dolor al cerebro, la reacción que tiene cada una de las personas al someterse a esta práctica es diferente en cada caso, esto debido a que el nivel de tolerancia al dolor es distinto en cada persona.
Cabe señalar que la piel es el órgano más grande del cuerpo, pues equivale a por lo menos la mitad del peso corporal, se encuentra conformada por la epidermis que se renueva cada 28 días, la dermis en el centro y donde se encuentran tanto los vasos sanguíneos, como las glándulas sudoríparas, los folículos y los nervios, en tanto que la parte más profunda es la hipodermis.
¿Cómo reducir el dolor al momento de tatuarse?
Si bien el dolor no se puede eliminar por completo debido al procedimiento mediante es que se realizan los tatuajes, existe una serie de recomendaciones que pueden disminuirlo, lo primero y aunque quizá parezca obvio, es verificar que el tatuador cuente con experiencia, además de laborar en un lugar que cumpla con las medidas de higiene y seguridad.
Otra recomendación es el uso de alguna crema anestésica local, las cuales debes utilizar sólo en caso de que un médico y tu tatuador lo consideren viable, además de que deben aplicarse una hora antes de comenzar el trabajo; así mismo es recomendable consumir alimentos ricos en proteínas, pues estos aumentan el nivel de energía en el organismo.
Un consejo más es acerca de la hidratación, la cual se debe dar antes, durante y después de tatuarse, pues ante una situación de mucho dolor el cuerpo puede reaccionar mediante el sudor; así mismo la recomendación es mantenerse relajado durante el proceso e incluso de ser posible mantener la mente en otra tarea para “distraer” al dolor.