Hoy en día los tatuajes son algo estético que puede cobrar un sentido especial para algunas personas, sin embargo, tomar la decisión de hacerlo no solo requiere tener cuidados para realizarlo en un lugar con las medidas de higiene adecuadas y el personal capacitado, sino también es importante elegir la mejor zona corporal donde se desea lucirlo.
Y es que no importa cuánto lo desees, ya que los expertos advierten que hay partes del cuerpo muy peligrosas para tatuarse, mismas en las que advierten no deberías de ponerte ningún tatuaje, pues se corre el riesgo de alguna fuerte infección.
De esta manera, aun cuando el trabajo se realice bajo todas las normas de seguridad existentes, hay sitios del cuerpo que, al menos por cuestiones de seguridad, nunca se deberían someter a estos procesos debido a lo delicados que pueden ser y que nada tienen que ver con una causa estética, sino más bien con razones médicas que debes de tener muy presente antes de decidir a realizarlo. A continuación, te las mencionamos:
OJOS
Aunque esta práctica poco común puede lucir bastante original, ya que los ojos pueden lucir completamente negros o de otros colores, la Academia Americana de Oftalmología advierte que este tipo de tatuajes tienen graves riesgos como: infección en los ojos, disminución de la visión, mayor sensibilidad a la luz, sensación de que hay algo dentro del ojo e incluso, pérdida total del órgano. Basta con recordar el caso de la modelo Catt Gallinger para convencernos de que tatuarse los ojos no siempre es la mejor idea, pues perdió la visión después de que su tattoo en el ojo se infectara terriblemente.
CRANEO
A parte de que es una zona bastante dolorosa, el cráneo se convierte en una zona bastante peligrosa porque en él se encuentran los vasos sanguíneos que se están distribuidos a lo largo del cuero cabelludo. La vibración de las maquinas también puede convertirse en un factor altamente riesgoso, pues en combinación con el dolor, pueden hacer que la presión sanguínea baje hasta provocar desmayos o alucinaciones leves.
INTERIOR DE LOS LABIOS
Si bien el diseño de este tipo de tattoos puede permanecer mucho o poco tiempo, dependiendo de la tinta que se utilice para hacerlo, lo cierto es que el principal problema no es la duración del tatuaje ni el dolor que puede ocasionar en esta zona tan sensible, sino el peligro de infección que representa. Los labios son una zona húmeda y en contacto con la comida, así que será difícil curar las lesiones causadas por el tatuaje y es posible sufrir complicaciones.
ENCÍAS
Si en el interior de los labios es riesgoso, espera a ver las infecciones que pueden aparecer tras tatuarse las encías, mismas que pueden llegar a ser tan fuertes que pueden alcanzar el tejido óseo o incluso los dientes. Para que te des una idea del peligro, para ponerte a salvo después de una infección de este tipo es necesaria una intervención quirúrgica que, dependiendo del grado del problema, podría derivar en amputar un fragmento de tu mandíbula.
ESPALDA BAJA
Otra de las partes del cuerpo muy solicitada por las mujeres, pero también peligrosas para hacer un tatuaje es la zona de la espalda baja, conocida como lumbar, pues en algunos casos, podría ser necesario aplicar anestesia epidural. Y es que, durante la punción epidural pueden introducirse restos de la tinta en el sistema nervioso central, lo que en un futuro podría generar problemas diversos en la movilidad.
GENITALES
Esta zona es muy sensible debido a las terminaciones nerviosas con las que cuenta, sin embargo, aparte de esta característica, los fluidos involuntarios y la humedad de la zona, pueden hacer que las infecciones en esta área sean realmente peligrosas, debido a las complicaciones en el proceso de curación del tatuaje. Hacerlo en los genitales representa un gran peligro para la salud que incluso, puede llevar a la extirpación de la zona afectada.
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LUNARES
Finalmente, a pesar de que algunas personas deciden hacerse un tatuaje para tapar algún lunar que no les gusta o les resulta poco estético, realizarlo podría empeorar las cosas en lugar de mejorarlas, pues en caso de sufrir cambios en el lunar que alerten enfermedades de la piel como el melanoma, no será posible detectarlo oportunamente. El melanoma es uno de los tipos de cáncer de piel más agresivos, por lo que es fundamental siempre estar al pendiente de los posibles cambios de tamaño, color y textura de los lunares.