Uno de los sectores más lastimados por la pandemia fue el de los ferieros, los que se dedicaban a llevar diversión a través de los juegos mecánicos. Dejaron de trabajar más de un año para evitar contagios de coronavirus, muchos de ellos tuvieron que cambiar de giro, pero ahora que tienen luz verde para regresar a las calles, personas como el señor Aldo Barcastell han visto un área de oportunidad y, en próximos días, lanzará su propio mini parque de diversiones.
El señor Aldo tenía 25 años sin pausa dedicándose a las ferias, pero justo, este junio cumplió 1 año y 4 meses sin percibir dinero por su labor, la pandemia puso en pausa su trabajo y esto dio como resultado una afectación muy grave en su economía. De estar presente en la Feria de Puebla, en las ferias patronales y en las fechas importantes del estado, durante los últimos meses ha tenido que buscar otros empleos para llevar el sustento a su hogar.
En su opinión, el sector de las ferias fue uno de los más olvidados, pues no recibieron subsidios para hacerle frente a la contingencia sanitaria y aunque el semáforo epidemiológico cambió de color constantemente, esto no dio pie a su regreso. Todo cambió el pasado 31 de mayo, pues el Gobierno del Estado emitió un nuevo decreto para permitir las ferias, todo esto con un aforo del 50 por ciento, respetando la sana distancia, el resto de las medidas de prevención y con el aval de Protección Civil.
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Esto le dio un aire de esperanza a Aldo, quien pensó en un primer momento buscar ferias para llevar sus juegos, pero al tiempo, consideró que era momento de emprender y abrir su propio negocio. Es por ello, que en próximos días abrirá un mini parque de recreación de nombre “Reino Mágico”, esta feria será de manera fija y se ubicará en Amalucan. Hoy en día, sólo está esperando que las autoridades le aprueben todos los permisos y le revisen los protocolos de sanidad. Hasta el momento, lleva un avance del 80 por ciento.
“La pandemia hizo que nos transformáramos, hay que entrar en esta nueva normalidad. Ya tenemos casi dos años sin trabajar y ya no es productivo andar de aquí para allá. Es mejor quedarnos en un lugar fijo e invitar a las personas. La pandemia nos pegó horrible y espero que el parque se pueda abrir muy pronto”, comentó.
Si le aprueban todos los permisos, esta feria le dará trabajo de manera directa a 20 personas que tienen familia y que también han sido afectados económicamente por la crisis de salud. Esta feria además de los juegos tradicionales como carritos chocones, carrusel, rueda de la fortuna, tendrá eventos culturales y comida rápida. Aldo aún no sabe cuál será el costo de la entrada, pero harán paquetes para que sea accesible para todos.
“Desafortunadamente como nuestro trabajo no es esencial nos la vimos difícil, estamos olvidados, el gremio no encontró apoyo de las autoridades, muchos tuvieron que vender sus juegos para poder comer, los vendieron como fierro y otros tuvieron que cambiar de oficio. Ahora que tenemos oportunidad de regresar hay que ponernos las pilas y buscar alternativas para balancear el tiempo perdido”, concluyó.