La ansiedad es un estado de miedo, temor e inquietud que cuando se vuelve un trastorno puede no desaparecer y empeorar con el tiempo, un experto en salud mental ha propuesto una nueva clasificación para entender mejor el sentimiento, clasificándolo en mente de mono o cerebro de vaca.
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Si bien sentirse ansioso es normal en los seres humanos, para las personas que cuentan con un trastorno de ansiedad puede que el miedo no sea solo un sentimiento temporal y puede durar bastante tiempo hasta afectar el día a día.
¿Cerebro de mono o vaca?
El psicólogo español Rubén Casado explica en su nuevo libro “Mente de mono, cerebro de vaca” que cuando la ansiedad inunda la mente de las personas existen dos posibles vertientes, por un lado, la mente de mono la explica como los pensamientos de anticipación ante posibles peligros y catástrofes que aún no llegan.
Por otro lado, el cerebro de vaca esta relacionado a esas personas que le dan muchas vueltas a todo, provocando que la mente se inunde de pensamientos y ruidos que es difícil de manejar, por lo que aprender a identificar en que situación se está puede hacer más fácil el tratamiento con un profesional de la salud.
Aunque existen casos en los que estos dos se fusionan y generan en el paciente un estado de alerta constante en el que es más complicado estar, por lo que el experto en psicología menciona que hay que aprender a escuchar a las voces dentro de la cabeza y dialogar con ellas para calmar la mente.
¿Qué hacer para combatir la ansiedad?
Cuidar de la mente resulta indispensable para mantenerla en calma y evitar que la ansiedad llegue en cualquier momento del día. Casado menciona que la alimentación juega un papel de suma importancia en el cuidado de la salud mental, por lo que presenta un listado de las principales vitaminas que necesita el cerebro, estas son:
- Ácido fólico
- Vitamina B12
- Vitamina B6
- Vitaminas del complejo B
- Vitamina A
- Vitamina C
- Vitamina D
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Además, para evitar llegar al cerebro de vaca o mono, mantenerse en movimiento ayuda mucho, ya que el psicólogo encargado del análisis informa que el sedentarismo tiene correlación directa con el aumento de ansiedad, por lo que es preferible realizar actividad física como caminar de 40 a 45 minutos diarios o realizar ejercicio más elaborados.
