Uno de los problemas que registra México a causa de la inflación es el incremento del precio de la tortilla por del encarecimiento del maíz a nivel mundial, lo que a su vez ha provocado un grave problema, la venta de la llamada tortilla "pirata”.
Organismos como el Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana han alertado a la población sobre la llega de estos productos que no cumplen con diversas regulaciones en busca de no incrementar sus costos de producción.
La tortilla es uno de alimentos básicos dentro de las familias mexicanas, por lo que el incremento de sus precios lleva a la población a buscar otras opciones y poner en peligro su salud ante lo que consumen.
Regiones con mayor presencia de la tortilla "pirata"
La asociación Grupos Unidos de Industriales de la Masa y la Tortilla de Jalisco alertó que en los estados de Durango, Coahuila y Sinaloa es donde una mayor cantidad de reportes se tiene hasta el momento de la llamada “tortilla pirata”.
En casos como Durango de las más de 900 tortillerías que se contabilizan, solo 250 de ellas se encuentran registradas, por lo que una gran cantidad operan bajo la clandestinidad y no cumplen con las normas regulatorias para la realización del producto.
Es por ello que estas tortillerías podrían contar con procesos dudosos y mala calidad, además de tener otras mezclas además del maíz para la elaboración del producto.
“Le llamamos nosotros tortillas piratas, a las que se hacen en los establecimientos dentro de la informalidad, que no sabemos con qué insumos se hacen y cómo le hacen para ofrecer precios a la mitad de los que tenemos”, declaró Antonio de la Torre Carlos, presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla.
¿Qué debes saber de la tortilla "pirata"?
Blanca Mejía, representante del Consejo Rector de la Tortilla, describió los principales elementos que llevan a la creación de la llamada “tortilla pirata”.
En general esta se produce en aquellos establecimientos que no cumplen con las normas 187, la cual se refiere a la elaboración del producto, y la 251, que explica la higiene que se debe tener para los procesos.
Al venderse fuera de un establecimiento autorizado no se conocen elementos como la composición y medidas de las harinas utilizadas. En este último caso puede tratarse de harina contaminada que puede contar con glifosato y otros ingredientes como cal.
En la Ciudad de México tienen dentro de su reglamentación el realizar la tortilla con 90 por ciento de la masa de maíz mixtamalizado y el esto con harinas mixtamalizadas, pero ya procesadas.
También, se ha detectado que para la producción de estas tortillas llegan a utilizarse ingredientes como maíz rezagado, harina de maíz, agua no potable, cal en grandes cantidades e incluso tortillas de días anteriores.
El consumir el producto podría llevar a problemas como dermatitis, diarrea, infecciones, diferentes problemas digestivos y otros problemas de salud.
Ante el aumento del maíz, una de las bajas que tienen los establecimientos no regulados es que pueden mantener precios o incluso bajarlos a costa de utilizar materiales dañinos para la salud.
Otra de las formas en que se pueden detectar este tipo de tortilla es que presenta un color blanquezco o uno en tono crema al estar hecha por el olote o granos de maíz. De igual forma, puede llegar a despedir un aroma extraño a desagradable por la mala calidad de los productos.
En cuanto a las recomendaciones, el Consejo Rector de la Tortilla pide que la compra del producto se haga en establecimientos regulados y que se observe que cumplen con las medidas de higiene, maquinaria y manejo de las masas. También, se debe evitar comprarlas en establecimientos como tiendas, pollerías o recauderías y, en caso de detectar alguna “tortilla pirata”, denunciar ante la Profeco.
