Un perro guía llamado ‘Rubio’ murió al entrar en pánico luego de escuchar detonaciones de fuegos artificiales. Él asistía a Juan Navarro, un hombre invidente de 70 años, que podía moverse y hacer muchas actividades gracias al can. También apoyaba a otro varón a realizar diferentes acciones rutinarias.
El dueño del lomito de la raza labrador de 8 años mencionó que estuvo a su lado desde el 2016, esto hizo que entre los dos se formara un gran vínculo, pues ambos estaban acostumbrados a la compañía del otro. En una entrevista para un medio local, él dijo que no es la primera vez que un animal atraviesa por algo similar a causa de las explosiones de la pirotecnia.
Ante su pérdida, aseguró que estaba muy triste, y dijo que contactará al organismo ONCE para que le asignen otro can, sin embargo, reveló que este proceso no es sencillo, ya que necesita llevar a cabo un papeleo muy largo, y debe cumplir con varios requisitos, por lo que la solicitud podría resolverse dentro de cuatro o cinco meses.
El perro cayó a un barranco
Los hechos ocurrieron durante la fiesta patronal de Monachil, una localidad que pertenece a España. Juan Navarro explicó que ‘Rubio’ desde muy joven le tuvo miedo a la pirotecnia, y cuando la escuchaba se alteraba e intentaba ocultarse.
“Cada que sonaba un petardo, Rubio se ponía muy inquieto, se escondía bajo sitios en los que ni cabía”, comentó el adulto mayor, asimismo, detalló que él siempre buscó la manera de calmarlo para que no se lastimara o algo peor.
Una mañana, las personas comenzaron a explotar fuegos artificiales para iniciar su conmemoración, en ese momento, Juan todavía estaba dormido, por lo que el perro se alteró y salió corriendo de su domicilio, en cuanto él despertó llamó a la policía para reportar su desaparición.
Luego de horas de búsqueda, ubicaron el cuerpo sin vida de un can con características similares a las que tenía el animal perdido, después de revisarlo detenidamente confirmaron que se trataba de ‘Rubio’, y de inmediato difundieron la noticia.
“El vínculo que tenía con él era muy grande. Han sido muchos años con él las 24 horas del día, ayudándome a salir de muchas situaciones comprometidas”, indicó Juan al medio IDEAL. Él también contestó que no se trataba de un caso aislado.
“Esto afecta a todos los animales que hay en el pueblo y viene de largo, lo que a mí me ha pasado solo ha sido la gota que ha colmado el vaso… Debemos reflexionar para que no se perpetúen hábitos molestos que ignoran el sufrimiento ajeno apelando a la cultura y a la tradición”, concluyó.