De rentar mobiliario para fiestas y organizar eventos, Rocío Munguía y Martín Sánchez, tuvieron que buscarse la vida durante el confinamiento derivado de la pandemia para solventar los gastos de su casa y principalmente, pagar el adeudo de un año 4 meses que restan, por haber adquirido un Sonic 2017 a través de una financiera automotriz, el que que trabajaban como Uber.
“Evento Sociales Don Pedro” era el nombre del negocio que ya contaba con 25 años de reputación y que llevaba diez años ubicado en la 30 sur esquina con la 29 oriente, en el que ayudaba toda la familia: Martín, Rocío, David (el hijo menor) y Daniel (el mayor) con su esposa Adelaida.
En abril, la familia se vio obligada dejar el local que rentaban por 8 mil pesos mensuales porque no alcanzaba para pagar y decidieron ocupar un local de enfrente con una renta de 2 mil pesos, que tampoco fue posible sostener.
Por si fuera poco, el Uber ya no era negocio pues, a decir de Munguía, la demanda bajo considerablemente porque la gente se mantenía en casa y la plataforma de movilidad los tenía muy castigados. Además, lastimosamente compañeros conductores empezaron a fallecer por la Covid-19 y la pareja decidió dejar esa entrada por temor y porque ya no les redituaba.
Para salir adelante y contando con una reputación en cuanto a la elaboración de alimentos, la familia Sánchez Munguía, decidió iniciar la venta de comida corrida por redes sociales en el mes de junio. “Este modo de trabajo surgió de la necesidad de mantener la casa por el nulo ingreso de la alquiladora; además había que pagar el auto y los intereses”, expone David.
Al principios la noticia fue bien recibida por sus vecinos, por sus amigos y por los clientes habituales de la alquiladora. Al final, todos ellos han sido sus mejores promotores quienes los han recomendado de boca en boca.
“El primer medio para dar a conocer el servicio de comidas fue a través del WhatsApp del grupo de vecinos. Ellos ya conocían nuestra sazón porque también eran clientes de la alquiladora y mis padres ya se habían hecho una buena reputación de cocinar rico en grandes cantidades. Después hicimos la página de Facebook y alcanzamos a unos cuantos clientes de La Calera y otras colonias cercanas”, detalla David.
El gusto les duro solo un par de meses, ya que de acuerdo con Rocío, las ventas empezaron a bajar y de la misma forma, las cuentas empezaron a subir, porque se empezaron a juntar los intereses de los pagos vencidos del auto y la financiera automotriz con la que contrataron, amenazó con quitarles la unidad.
“Pagamos 6 mil 200 pesos al mes, más los intereses moratorios. Ya tenemos 4 años pagándolo y nos queda un año y 4 meses. Ahorita nos hemos atrasado septiembre y lo que va del mes de octubre con el pago del auto y la financiera Su Auto ya nos los quiere quitar”, señala Rocío.
LA CARNICERÍA
Dios aprieta pero no ahorca y gracias a la propuesta de negocio de un familiar, Martín tiene dos semanas trasladándose diariamente a San Buenaventura, un poblado entre Tepeaca y Tecali en dónde inició un negocio de carnicería que ha sido bien recibido. Se va todos los días a las 6 de la mañana y regresa a casa a las ocho de la noche.
“Una sobrina nos propuso vender carne en su lugar de nacimiento y cuando mi esposo llegó a vender se llevó la sorpresa de que funcionaba. Desde hace dos semanas él se va todos los días y yo me quedo haciendo la comida corrida”, advierte la madre de familia.
LA COMIDA CASERA
Para la venta de alimentos la familia sigue medidas de higiene como uso de cubrebocas, lavado de manos continuo con todo y guantes y limpieza en general constante. Lavado y desinfección de frutas y verduras.
Gracias a que esta familia se ha mantenido unida y trabajando para ayudarse es como han salido adelante. Y es que aquí todos trabajan, mientras la señora cocina y le da su sazón especial a los guisados, el hijo mayor y su esposa preparan las comidas y las van a entregar en moto.
Así, todos los días desde temprana hora se empieza a elaborar los pedidos, que al menos juntan unos 15 comidas diarias. Los fines de semana ofrecen también cemitas beisboleras y tortas compuestas que tienen gran demanda.
“Los invitamos a que prueben nuestra comida casera, son muchos años de eventos que respaldan nuestro sabor y lo que hacemos con mucho amor para todos. Somos una familia echándole ganas para reponernos de la contingencia que nos afectó a todos”, concluye Daniel el hijo mayor.
Búscalos por WhatsApp al 2221-911414 o Facebook: Comida Casera, están ubicadas en Juan Francisco Lucas 25, Héroes de Puebla.
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