Uno de los momentos que marca la vida de muchas personas sin duda es cuando se da una unión matrimonial, por lo que la sortija más símbolos de esta suelen ser preciados tesoros o al menos eso pensó Steve Andrews, quien se dedica a la búsqueda de “tesoros” y objetos perdidos en la la isla de Steve con la finalidad de devolvérselo a los dueños de los mismos.
Pero recientemente este hombre se llevó la que quizá sea una de las decepciones más grandes de su vida al momento de realizar esta labor, pues no esperaba que al encontrar un artículo de este tipo se llevaría una respuesta como la que le dio una mujer, por lo que aquí te contamos más detalles de esta historia que ha dejado con la boca abierta a las de uno.
De un desenlace de ensueño a una desilusión
Fue tras encontrar una sortija que Andrews descubrió un duro recuerdo, que llegó de la mano de una desilusión pese a que esperaba un desenlace de ensueño pues pensaba que se trataba de un aparente tesoro perdido el cual localizó con su detector de metales durante una de sus expediciones en la que descubrió un anillo de compromiso.
Tras el hallazgo tomó la determinación de realizar una exhaustiva búsqueda de la dueña con la finalidad de regresárselo y si la encontró, pero recibió una respuesta que jamás esperó y pese a que la historia se dio a inicios de este 2022 fue recientemente que se hizo viral, pues debido a que Steve se encontraba entusiasmado por hacer feliz a alguien comenzó su búsqueda a través del grupo de Facebook Jersey Lost Ring Metal Detecting.
Fue en esta red social donde compartió una foto de la sortija y pidió que se difundiera a través del mensaje “Anillo de bodas muy lejos en St. Aubin’s Bay. Está marcado en 1989, así que puede haber estado allí hasta durante 33 años. Largo recorrido, lo sé”, pero la hazaña no fue fácil, pues tuvo que esperar varios meses obtener una respuesta favorable.
La labor dio frutos y fue en el mes de septiembre cuando una mujer contactó al sujeto, afirmando que se trataba de la dueña del objeto pero en lugar de pactar un modo de entrega le pidió que lo devolviera al mar pues “no quería verlo nunca más”, pero la comunicación con la fémina no terminó ahí, pues está le dio una razón de peso para haber abandonado el objeto en aquella isla.
Hundir el recuerdo de ese amor, el objetivo de la mujer
Steve simplemente indicó que detrás de ese tajante comentario se encontraba una compleja historia, la cual simplemente resumió en que la dueña del anillo lo había arrojado al océano tras lo que calificó como un “tormentoso divorcio”, por lo que pretendía que permaneciera allí para siempre, sin imaginar que ese recuerdo sería desenterrado por el cazador de tesoros.
Finalmente, debido a que el hombre no esperaba llevarse tal sorpresa al realizar el hallazgo de este objeto, confirmó que devolvería la joya a las aguas de manera inmediata en su próxima visita al lugar, por lo que la historia del hombre y de todos quien los ayudaron a localizar a la propietaria terminó con un amargo sabor que Steve espera no volver a tener.