Antonio es un hombre de origen mexicano que se dedica a vender tamales por las calles de Long Beach, California, Estados Unidos, pero que fue increpado por una mujer, también de origen latino, quien lo regañó y lo insultó de forma racista por el fuerte ruido que realiza al vender sus productos.
Como si de las calles de México se tratara, Antonio es uno de los mexicanos que llevó una experiencia culinaria del país a los Estados Unidos, en este caso con la venta de tamales en las calles con su carrito al anunciarse por medio de un silbato.
Sandra, una de las vecinas en Long Beach, no estuvo de acuerdo con la forma en que el hombre vende sus productos al causarle molestia el ruido, en especial a sus mascotas al asegurar que estas se alteran.
En un video grabado por Antonio se puede ver el momento en que Sandra lo increpa y lo amenaza al recordarle que no tiene licencia o permiso para vender, por lo que quiere que se aleje.
“El Sol sale para todos, pero no por eso se pagan intereses, se pagan impuestos, se pagan empleados, que yo no sé si les pagas a los tuyos. De ese dinero que tú sacas no pagas impuestos, no pagas lo que un negociante paga cuando rente, cuando paga cuentas, cuando paga la luz”, afirmó la mujer.
Las reclamaciones no pararon y el tono de voz de la mujer se volvió cada vez más explosivo hasta que terminó en un insulto racista al pedirle a Antonio que se regresara a México.
“Sé un buen comerciante, paga bien al gobierno lo que tienes que pagar, si no quieres pagar aquí, con este gobierno, vete para México y allá en México hacen lo que uno quiere, aquí no estás en México, estás en los Estados Unidos, compórtate”, expresó la mujer.
Protestas en casa de la mujer llevan a que se disculpe
El video llegó al influencer y activista Edin Alex, uno que se dedica a la defensa de los vendedores callejeros, en especial de los latinos, en los Estados Unidos y que en otras ocasiones ha liderado campañas y protestas contra aquellos que utilizan el racismo contra los comerciantes.
En esta ocasión, Edin logró reunir a una gran cantidad de personas que decidieron ponerse de pie frente a la casa de la mujer señalada. Las personas acudieron con pancartas, con bocinas e iluminaron con sus celulares la propiedad en forma de protesta.
Después de un rato, Sandra decidió dar una respuesta y primero ofreció disculpas a sus vecinos por los problemas ocasionados, incluso por el ruido que realizan sus perros y que ha causado diferencias con algunos miembros de su vecindario.
Con un megáfono en mano se dirigió a Antonio, a quien le ofreció disculpas y aseguró que no se había dirigido a él de la manera adecuada y que se encontraba enojada en ese momento, pero que se consideraba una persona mejor que eso.
“Sí, tenía medio, yo no quería bajar, pero mi hijo me dijo: ‘Mamá, tienes que dar la cara, explicar lo que pasó’, y pido perdón porque yo estaba mal, no tengo razones para negar a mi raza, a mi gente”, señaló la mujer al recordar que ella también es de origen mexicano.
Antonio decidió compartir el video con las disculpas de Sandra a sus redes sociales y parece que la protesta se convirtió en el final de esta discusión.