Cuando un ladrón decide asaltar un negocio las personas que lo atienden son las más vulnerables, ya que ellas son quienes deben entregarle el dinero y los productos de valor que se encuentren, no importa si todos son de la empresa para la que trabaja o si son artículos personales, sin embargo, hay veces que las víctimas intentan defenderse.
Esto fue lo que hizo una mujer llamada Latife Peker, quien a pesar de que es alguien de la tercera edad, encaró al delincuente que entró a su comercio. Este momento quedó registrado en video por las cámaras de seguridad del local, que más tarde se compartió en la red, y al poco tiempo logró darle toda la vuelta al mundo por lo impresionante que son las imágenes.
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Los hechos ocurrieron en el municipio de Deventer, que está ubicado dentro de los Países Bajos. La noticia fue compartida por el famoso empresario turco Tansu Yegen, a través de su cuenta oficial de Twitter, hasta ahora, la grabación se ha hecho tendencia y cuenta con 145 mil reproducciones, más de 3 mil reacciones y cientos de cometarios.
La mujer sometió al ladrón
La señora Peker estaba trabajando como cajera en una panadería llamada Mevlana Bakery, que es propiedad de su hijo. Cuando ella estaba acomodando artículos detrás del mostrador, entró a la tienda un sujeto con una sudadera negra e intentó amenazarla con un machete.
Por unos segundos, mientras él tenía el arma en la mano derecha, con la izquierda quiso abrir la caja registradora para llevarse el dinero, sin embargo, la mujer no lo pensó dos veces, así que decidió usar el trapo con el que estaba haciendo la limpieza para golpearlo.
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El delincuente se defendió, pero tiró algunos billetes al suelo, se agachó para recogerlos, pero la madre del dueño no permitió que lo hiciera, así que siguió pegándole con la franela, además, no dejó que se levantara y lo tomó de la cabeza para empujarlo hacia el piso.
Cabe señalar, que durante este forcejeo ella no soltó el trapo ni el atomizador. En ese momento llegó otro empleado de la panadería, al ver esta situación, el ampón dejó el botín y se levantó para ir a la puerta.
Antes de salir, quiso agredir al otro trabajador, pero igual se defendió e hizo que casi tropezara. Fue así como escapó del negocio. Al final, el joven se acercó a la señora Peker para verificar que estuviera bien.