Primero fueron humanos disfrazados de osos, luego perritos pintados de pandas y ahora ¿animales acuáticos falsos? Luego de que varios zoológicos han causado polémica en los últimos meses, tratando de engañar a su público, todo parece indicar que esto se está convirtiendo en una práctica usual, pues ahora ha sido un acuario en China el que se vio envuelto en un escándalo al exhibir un robot que hizo pasar como un tiburón ballena, algo que indignó a sus visitantes.

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En esta ocasión el descontento ocurrió en el cuario Xiaomeisha Sea World en Shenzhen, en el sureste de China, el cual reabrió sus puertas el pasado 1 de octubre, luego de una renovación que tardó cinco años.

Como parte del evento de inauguración se promocionó la exhibición de este enorme animal del océano, como uno de los principales puntos de interés; no obstante, lo que todos esperaban ver resultó ser algo totalmente diferente, pues en lugar de encontrarse con el colosal mamífero marino descubrieron algo totalmente inesperado y que los decepcionó.

Visitantes se decepcionan al ver el robot

Cerca de 100 mil visitantes fueron los que acudieron durante la primera semana de prueba del acuario, quienes de acuerdo a varios medios locales pagaron alrededor de 40 dólares, es decir, 793.14 pesos mexicanos por persona en la entrada.

Una vez que ingresó al lugar el público asistente, comenzó la decepción, pues lo que todos imaginaban que sería un asombroso encuentro con el rey del mar, resultó ser algo totalmente diferente, pues en lugar de encontrarse con el tiburón ballena, descubrieron que era un robot controlado mecánicamente.

Fue así como, mediante fotos y videos de los visitantes, pronto quedó al descubierto la farsa, y aparte de sentirse decepcionados, también se sintieron engañados y estafados. El suceso despertó una ola de críticas a través de las redes sociales, con comentarios de frustración e indignación por parte de los asistentes, incluso hubo algunos que hasta reembolso exigieron.

Administradores de acuario lanzan respuesta justificada

Luego de la polémica que se generó, debido a la inconformidad de los usuarios, los administradores del Xiaomeisha Sea World intentaron justificar su decisión, argumentando que la exhibición del tiburón ballena robótico era con el objetivo de no caer en prácticas ilegales de las leyes de protección de especies, ya que según señaló no podían exhibir uno real.

“No se permite el comercio de tiburones ballena, y mantener uno real en cautiverio sería cruel. El objetivo del robot era crear conciencia sobre la protección de la especie”, comentó uno de los administradores a medios locales.

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A pesar de la explicación del acuario, el argumento no convenció al público asistente, ni tampoco calmó la indignación de las redes sociales, por lo que muchos expresaron que era mejor no tener ningún ejemplar en exhibición, antes que enfrentarse a admirar un animal falso.