¿Karma o accidente? Fuertes imágenes fueron las que dejó un video que circula en redes sociales, el cual muestra como un presunto extorsionador sufrió graves heridas luego de que el explosivo que intentaba colocar en un negocio local, le estallara en las manos. El momento quedó captado por una cámara de seguridad y ha conmocionado a toda la internet.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado 27 de diciembre en Guayaquil, una ciudad situada al sur de Ecuador, en una zona comercial muy transitada, donde, según medios locales, los negocios funcionan atemorizados por las extorsiones.
De acuerdo a los datos proporcionados por la Policía Nacional, el incidente ocurrió a las afueras de una empresa ubicada en la avenida Francisco de Orellana, frente a la ciudadela Sauces y al norte de la ciudad, a las 22:48 horas, sitio donde el sujeto, quien se presume era menor de edad, pretendía colocar el explosivo que acabó estallando en sus manos, por lo aún continúan las pericias para determinar su identidad.
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Video capta explosión de presunto extorsionador intentando colocar la bomba
De acuerdo a lo dado a conocer en redes sociales, una cámara de seguridad logró captar la detonación del explosivo, que según indicó la Policía, se trató de un taco de dinamita de fabricación industrial.
En el clip se puede observar el momento en el que, un joven vestido de negro que usa una mascarilla, se baja de un vehículo rojo y se acerca a un local comercial con el explosivo; sin embargo, cuando intenta encenderlo, el artefacto explota y se ve una nube de humo.
Segundos después, el auto huye y abandona al presunto delincuente, cuyo cuerpo queda desmembrado en la esquina de la acera, mismo que, según las autoridades, debido a la explosión perdió sus extremidades superiores y una pierna, por lo que su identificación será complicada.
La detonación provocó un fuerte ruido que alarmó a los habitantes del sector y a los ciudadanos que circulaban en sus vehículos a esa hora.
De acuerdo a las declaraciones de uno de los comandantes, se confirmó que el explosivo pretendía ser denotado como parte de una extorsión al dueño del local comercial, quien semanas anteriores había recibido llamadas amenazantes y pedidos de dinero.