Narine Melkumjam es una piloto de avión originaria de Países Bajos que decidió compartir en redes sociales una de sus experiencias en donde la cabina de su aeronave terminó por abrirse en pleno vuelo.
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En su cuenta @NarimeMelkumjan compartió un video de poco más de cuatro minutos con todo lo ocurrido al ser de una cámara instalada de frente en la cabina.
La piloto muestra como se prepara con normalidad, nada fuera de orden parece ocurrir al cerrar la cabina, ajustarse sus cinturones y vigilar que todo está en posición, por lo que en empieza los movimientos para el despegue.
A los dos minutos de estar en el aire, la piloto comienza a realizar movimientos como poner el avión de lado y regresar, momento en el que la cabina termina por abrirse al dar la impresión de que estaba mal colocada.
De inmediato las ráfagas de viento y la velocidad de la nave comienzan a golpear fuerte a Narine, quien muestra grandes dificultades para poder abrir los ojos, además de que, no puede volver a colocar el cierre de la cabina al no querer perder el control de la avioneta.
Con todo su esfuerzo, la piloto se encarga de poner la aeronave en una dirección segura y, ante la dificultad, decide que lo mejor es regresar a tierra y aterrizar.
Después de otros dos minutos de estar en el aire con la capota abierta, ella logra llevar a buen puerto a la avioneta y aterrizar de manera segura. Ya en el piso, muestra una terrible incomodidad en los ojos, por lo que se mantiene incapaz de abrirlos por completo, además parece que no sabe que hacer, si limpiarlos o esperar a estar en otro sitio.
¿Cómo ocurrió el incidente del avión?
Junto al video, Narime Melkumjan detalló todo lo que ocurrió en el accidente y comenzó por señalar que se dio hace al menos dos años en lo que fue su segundo vuelo de entrenamiento acrobático.
Ella pilotaba una avioneta Extra 330LX y la capota no se cerró de manera adecuada debido a que ella no colocó de manera correcta el pasador de bloqueo en su posición, algo que tampoco notó durante sus comprobaciones antes de despegar.
“También cometí el error de ir al campo de entrenamiento justo después de recuperarme del COVID, sin darle tiempo suficiente a mi cuerpo para recuperar fuerzas por completo. Además, volar sin protección para los ojos hizo que el vuelo fuera aún más desafiante de lo que ya era”, describió.
Narine indicó que el vuelo fue “una experiencia angustiosa” en donde experimentó problemas de visión y para respirar a causa del viento. En cuanto a la capota terminó hecha añicos.
“Me tomó casi 28 horas recuperar completamente mi visión. Aerodinámicamente, he experimentado algunos desafíos de control y turbulencias. Probablemente la parte más difícil fue mantener el poder, cambiando así mi visión y respiración por energía cinética”, señaló.
En su publicación señaló que ojalá otros pilotos puedan aprender de su experiencia para no cometer los mismos errores y deseo a todos que vuelen con seguridad
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“Lamento que me haya tomado tanto tiempo compartir este video. No es fácil exponer mis vulnerabilidades para que todos las vean. Sin embargo, me he dado cuenta de lo importante que es ser transparentes acerca de nuestras deficiencias y las lecciones que aprendemos a lo largo del camino”, escribió la piloto.