Luego de ser cuestionado sobre su opinión acerca de que la candidata del partido Pacto Social de Integración (PSI) a la alcaldía de Quecholac, Guadalupe Martínez, se paseó en una camioneta valuada entre los 4.5 y 6 millones de pesos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aconsejó a los políticos no ser “presumidos” ni “fantoches”, pues afirmó que la opulencia es un “pecado social” que se paga con la ausencia de respaldo en las urnas.

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Aunque evitó particularizar en la candidata, pues recordó que debido a la veda electoral no puede opinar sobre los actores políticos, López Obrador consideró que un aspirante a cargo público que se traslada en automóviles o camionetas de alta gama y con valores estratosféricos no tendrá el apoyo popular en las urnas.

Durante su habitual rueda de prensa desde Palacio Nacional, el mandatario federal fue interpelado sobre la conducta que la abanderada del PSI al gobierno de Quecholac tuvo en días recientes, donde, a través de un video publicado en sus redes sociales, se le mostró viajando junto a su padre en una camioneta de lujo modelo Urus, de la marca Lamborghini.

“No puedo opinar nada, pero si llega un candidato con una camioneta o coche que vale cinco o seis millones de pesos, pues, más en comunidades pobres, pues no va a ganar. Digo, no creo que la gente le apoye”, destacó el titular del Poder Ejecutivo federal.

El presidente de la República también aseguró que “la ostentación y la opulencia es un pecado social”, ya que remarcó que en el país prevalece todavía un porcentaje importante de la población en algún grado de marginación. Por ese motivo aconsejó a los candidatos evitar ser “presumidos y fantoches”.

López Obrador destacó que sólo una persona dedicada a los negocios lícitos, con un patrimonio establecido, tiene la oportunidad de viajar en automóviles costosos, como la Urus Lamborghini, donde viajó Guadalupe Martínez, y la cual puede costar hasta 6 millones de pesos.

“Nomás darles un consejo a los candidatos, no sean presumidos ni fantoches, es pecado social la ostentación y la opulencia; habiendo tanta pobreza, imaginense, alguien que presume de un carro, no puedo decir la marca porque tampoco qué culpa tienen las empresas automotrices”, añadió el presidente.

Además, el mandatario federal sostuvo que la utilización de camionetas de lujo no es una conducta ideal para los servidores públicos. Inclusive aseguró que si una persona desea “presumir lo material” lo correcto sería “que se dedique a otra cosa, no al servicio público”.

Urus Lamborghini, la camioneta en la que viaja Guadalupe Martínez

Cabe recordar que fue a inicios de semana cuando Guadalupe Martínez dio a conocer un video en redes sociales, donde se le ve paseando junto a su padre, Antonio Valente Martínez, en una camioneta Urus Lamborghini.

En el material audiovisual, el hombre reveló que el motivo por el cual ambos decidieron salir al paseo en dicha camioneta fue porque deseaban reflexionar sobre la “guerra sucia” que se ha disputado en el entorno mediático contra su hija y contra él mismo, pues, según él, a los dos los relacionan con hechos delictivos que ellos desconocen.

Durante su trayecto, ambos descienden de la unidad, y es en este momento cuando, según las características del automóvil, se percibe que la camioneta es la versión Performante, que es la más costosa del modelo Urus.

Cabe recordar que fue a inicios de marzo cuando Guadalupe Martínez materializó su registro como candidata a la presidencia municipal de Quecholac por el partido PSI. Su padre fue señalado por el exgobernador Miguel Barbosa Huerta de ser un “personaje siniestro”, sin que hasta la fecha haya sido imputado o sentenciado por algún delito.

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Pese a los señalamientos públicos que pesaron sobre la política, el dirigente estatal del PSI, Carlos Navarro, defendió el nombramiento de la candidata, pues afirmaron que sus lazos familiares son independientes de su voluntad de gobernar Quecholac.

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Finalmente, no hay que olvidar que no es la primera vez que un familiar cercano a Antonio Valente Martínez se involucra en la política de ese municipio. En 2018, su hermano, Alejandro Martínez, contendió por la alcaldía, cargo que obtuvo por mayoría en las urnas. Sin embargo, el entonces edil fue detenido semanas después de tomar posesión y fue liberado hasta 2023.