Para este 2 de junio se presentarán en México una de las elecciones más grandes al estar más de 600 cargos en renovación, donde destaca la Presidencia de la República, los 500 diputados y nueve gubernaturas, incluida la de Puebla.
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Ante esta fecha, la participación ciudadana incrementa su importancia, al ser los mexicanos con credencial de elector vigente quienes tienen la obligación, de carácter moral y cívica, de ejercer el voto, pero, un fenómeno siempre suele aparecer es el abstencionismo.
Las razones por las que una persona no acude a votar son de varios tipos, no solo por una creencia de que su voto no marcará una diferencia, porque su trabajo no le permita acudir, porque se encuentre lejos de su lugar de residencia o porqué, a pesar de conocer sitios como las casillas especiales para votar fuera de su distrito, no alcance boleta electoral o por no llegar a tiempo ante el cierre de las urnas.
Pese a la gran cantidad de iniciativas que existen para promover el voto, desde la iniciativa privada con el regalo de cosas o descuentos al enseñar que se votó, o con el recordatorio constante de que es de vital importancia acudir a las urnas para dirigir el rumbo que seguirá el país en los próximos años, existe una gran cantidad de personas que no votan.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional Electoral (INE), en las últimas elecciones presidenciales del 2018 la participación ciudadana fue del 63 por ciento, por lo que el restante 37 por ciento de los mexicanos con oportunidad no lo hizo.
Mientras que, en grupos de edades como los jóvenes del 20 a 29 años, la cantidad de participación fue del 53 por ciento, es decir, casi la mitad de jóvenes decidió no participar en el ejercicio democrático.
¿Por qué es importante votar en las elecciones?
Aunque no existe un castigo o una pena por no acudir a votar el próximo dos de junio, se trata de una responsabilidad cívica, como uno de los derechos presentes en la Constitución al ser parte del artículo 35, que reconoce los derechos fundamentales de los ciudadanos mexicanos, como el derecho a votar, a ser votado y de asociación.
La importancia del voto, se elija a o no a quien termine por resultar ganador, es darle legitimidad a la elección, es decir, que no se ponga en duda que los vencedores fueron elegidos por solo unos cuantos y sí por la mayor cantidad de población posible.
Al existir una fuerte participación, se da paso a menores dudas de eventos como el fraude electoral o que puedan poner en riesgo la forma en que se lleva a cabo la jornada al estar siempre en constante llegada la cantidad de personas a las casillas.
Votar también puede ser utilizado como una forma de mostrarse en contra de las actuales figuras de poder o de exigir un cambio a la forma en que se gobierna.
México es una democracia representativa en donde la participación ciudadana es fundamental para demostrar interés en la estabilidad del país, en la forma en que se toman las decisiones y en los personajes que estarán al frente de estas decisiones.
De igual forma, se entiende que, si alguien votó tiene una mayor calidad moral para pedir mejores resultados, que las promesas de campaña se cumplan y se fije el rumbo con el que se convenció al elector.
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No participar es renunciar a un derecho fundamental de los mexicanos, en el futuro del país, en la elección de los representantes y en la construcción de la democracia.