A nivel mundial el precio de los alimentos ha tenido un crecimiento importante en los últimos años y uno de los que más ha elevado su precio es el aceite comestible.
Son diversos factores los que han hecho uno de los productos más caros dentro de la canasta básica, pero, a la par su valor se ha recuperado en los últimos meses al ser de los más volátiles.
Mientras en México su precio no ha dejado de aumentar, a nivel mundial vive tiempo de recuperación impulsado por los principales países exportadores.
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¿QUÉ AFECTA EL PRECIO DEL ACEITE?
Con la llegada de la pandemia por la Covid-19 el precio general de los productos comenzó a subir ante la falta de materias primas. En el caso del aceite, fue la caída en los cultivos oleaginosos los que la afectaron con las malas cosechas en Sudamérica y en países como la India, que es uno de los principales exportadores de aceite de soya, girasol y de palma.
Los precios en general tanto de la palma, soya y colza tuvieron graves problemas. En China, uno de los productores principales de soya, se han vivido constantes cierres regionales debido a la preocupación por el coronavirus de forma que sus niveles de producción han caído a niveles menores a los esperados.
En Canadá son las condiciones climáticas desfavorables las que afectan la siembra de nuevos cultivos de colza lo que provocó que alcanzara precios históricos en el mes de abril.
De igual forma, el conflicto entre Ucrania y Rusia se volvió en otro golpe significativo debido a que el país ucraniano produce casi la mitad del aceite de girasol a nivel mundial. A causa del conflicto también se han mantenido cerradas zonas como sus puertos del Mar Negro, que era su principal zona de exportación y ahora viven graves grandes obstáculos logísticos al intentar envíos por ferrocarril y en camión.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), todos estos factores provocaron que el precio de los aceites comestibles aumentase 46.5 por ciento en menos de un año con algunos precios históricos durante los primeros cuatro meses de este 2022.
En países como México el producto tuvo un aumento de hasta 70 por ciento y organismos como el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) señaló que el aceite comestible es dentro de la canasta básica alimentaria el que mayor incremento de precio ha tenido.
SU LENTA RECUPERACIÓN
Desde el mes de mayo los precios del aceite comestible han comenzado a tener una recuperación, aunque se mantienen muy por arriba de sus niveles registrados el año pasado.
La FAO reportó que los aceites vegetales han comenzado a bajar a causa de que los precios mundiales de los aceites de pal, girasol, soya y colza han tenido disminuciones mensuales. Pero, este se mantiene 30 por ciento por arriba de su valor registrado en el 2021, por lo que en varios países el cambio no ha sido significativo.
Productos como la soya han tenido una baja en sus precios desde mayo después de vivir seis meses consecutivos de incrementos. En China la demanda ha experimentado un incremento al verse las medidas contra el coronavirus relajadas de nueva cuenta en el país asiático.
Los suministros de soya en Brasil y en Argentina también han mejorado en los últimos meses gracias a mayores actividades de venta tras la cosecha estacional.
Un factor muy importante fue el retiro de la prohibición sobre las exportaciones de aceite de palma en Indonesia a principio de junio, lo que permitió que los aceites de soya, girasol y palma moderaran sus precios entre el 2 y 4 por ciento.
Estas variedades constituyen cerca del 96 por ciento de las importaciones de aceite comestibles en la India y, tan solo el de palma, representa cerca del 61 por ciento de las importaciones del país.
“El gobierno ha tomado esta decisión para brindar algo de alivio a los consumidores en este mercado volátil y controlar la inflación”, explicó Atul Chaturvedi, presidente de la Asociación de Extractores de Solventes de India al informar sobre el levantamiento de la prohibición.
Con muchos factores a su alrededor, los precios del aceite comestible parece que entran a una baja a nivel mundial, mientras los consumidores y negocios se mantienen como los principales afectados tras un año de fuertes incrementos.
