A un año de la llegada de la Covid-19 al estado de Puebla, esa pandemia está a punto de llevarse entre sus secuelas al balneario de la Junta Auxiliar de la Magdalena Axocopan, uno de los más antiguos e históricos de Atlixco, confirmaron administradores del lugar.
El cierre por once meses continuos del centro recreativo llevó al mismo tiempo a casi medio centenar de familias de esa comunidad rural e indígena a la fragilidad económica por una razón: como parte de los acuerdos comunitarios tienen la posibilidad de comercializar productos como memelas, tamales de cominos, panes colorados, refrescos, cervezas, semillas, balones y trajes de baño.
Hasta el momento y desde abril del 2020, el gobierno del estado no permite la apertura de centros recreativos o balnearios en Puebla con el fin de evitar aglomeraciones y contagios masivos de coronavirus. Hace unos días, representantes empresariales de Puebla insistieron en el regreso del sector.
Desde marzo del año pasado, en plena vísperas de Semana Santa, la mejor época por la cantidad de visitantes, los ingresos económicos en ese sitio entraron en un túnel sin fondo. Para tener una idea, esas fechas representan el 40 por ciento de sus entradas anuales.
Porfirio Flores, presidente del Parque Acuático de Axocopan, es claro: “acumulamos 12 meses con cero ganancias. De ahí la urgente consideración de las autoridades estatales para abrir en las próximas semanas. Somos los únicos no tomados en cuenta ”, acotó.
No olvidemos, reviró Flores, ya los restaurantes, hoteles y hasta tianguistas volvieron. “Por eso seguimos esperando una respuesta concreta”, sentenció.
Erika González, tesorera del balneario, admitió el recorte de un 80 por ciento del personal por esa problemática. “La falta de visitantes no ayudó a conservar los empleos. En total apenas contamos con 15 personas para mantener el sitio y algunos más en la administración ”.
El parque cerrado, agregó, también pegó en la economía del pueblo de aproximadamente 3 mil 500 habitantes. “Ahí están los vendedores locales sin posibilidades de vender para sobrevivir”.
Los administradores del balneario, a pesar de todo, coincidieron en ya estar listos “con todas las medidas sanitarias adecuadas. Y en cuanto apareció la luz verde las puertas quedarán abiertas de par en par ”.
El sitio, fundado a mediados de los años cincuenta, es el de mayor tradición en Atlixco en el ramo. generaciones enteras pasaron por ahí para divertirse. Cuenta con dos albercas para adultos, un chapoteadero y un riachuelo de cerca de 150 metros de longitud y ocho metros de ancho. Y desde luego un atractivo es el manantial con valoraciones incluso divinas para los lugareños.
