Las generaciones más recientes han cobrado una relevancia importante en distintos sectores de la vida diaria por un cambio radical, tanto en su forma de pensar como en sus hábitos y costumbres, por lo que aspectos como el económico no están exentos de estas modificaciones, siendo la generación Z la que más ha hecho evidente su poco interés por preservar el consumismo.
Y es que recientemente un estudio de la consultora Deloitte arrojó que los nacidos entre 1995-2000 prefieren evitar la compra de artículos nuevos, prefiriéndole dar una oportunidad a los llamados productos de segunda mano, los cuales incluso han roto los récords de exportación, sólo por debajo de los relojes suizos, los cuales dominan este rubro a nivel internacional.
¿Por qué la generación Z no compra cosas nuevas?
De acuerdo con este trabajo, los hábitos de consumo de esta generación radican en consumir lujo, pero de una forma responsable, al grado que ejemplos como la compra de relojes de segunda mano actualmente se estima en cerca de 20 mil millones de francos suizos, es decir, más de 400 mil millones de pesos y se espera que para 2030 la suma alcance los 35 mil millones de francos suizos.
Pues, mientras antes mercados como este simplemente acaparaban la atención de los coleccionistas, mismos que sólo se centraban en la búsqueda de piezas extrañas que sólo podían ser conseguidas en subastas, hasta que se trasladó el mercado a las ventas en línea, incluyendo factores como la verificación de la autenticidad, llamando incluso la atención de las marcas.
Esta facilidad para acceder a estos productos y el cambio en la consciencia para pensar en un consumo más responsable terminó por atraer la atención de los jóvenes a plataformas como eBay, cambio que incluso algunos especialistas afirman que comenzó desde los millenials, pues ambas generaciones muestran preocupación por el futuro del planeta y el papel de los humanos.
¿Cómo han cambiado los gustos de consumo de la generación Z?
Por otra parte, la palabra vintage cobró auge en los últimos años, pues también se convirtió en una de las “características” que comenzaron a buscar los compradores de la generación Z, pues tienen un cierto toque de autenticidad, ya que no se encuentran en todas partes, adquisición de los cuales se incrementó en las plataformas digitales con la llegada de la pandemia.
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Este término hace referencia a objetos o accesorios que tienen determinada edad, sin que aún puedan ser catalogados como una antigüedad, los cuales incluso han mejorado o han adquirido otro valor con el paso del tiempo y tiene su origen en una analogía con los vinos de crianza, los cuales mejoran con el paso del tiempo, pudiendo recibir este adjetivo cualquier objeto.
Incluso al adquirir estos productos se busca obtener los certificados, incrementando cada vez más el número de compradores de los mismos, al grado que marcas como Rolex tomaron la determinación de lanzar un programa de productos de segunda mano de la mano de la empresa suiza Bucherer, quien es la encargada de autenticar las piezas que son vendidas hasta ahora en seis países.