Los bajos precios que ofrece la mayoría de marcas de vehículos de origen chino –en comparación con otras de mayor antigüedad–, como Chirey, MG, BAIC y JAC, por mencionar algunas, mismas que se popularizaron recientemente en Puebla y México, lo pagan los consumidores con la calidad inferior de sus componentes automotrices, muchos de los cuales se vinculan directamente a la seguridad de los pasajeros; así como con la dificultad para encontrar refacciones confiables, afirmó Roberto Rafael Flores Quintero, doctor en Ciencias con Especialidad en Electrónica por el Instituto Nacional de Astrofísica y Óptica (INAOE).
Para el especialista, quien forma parte del cuerpo académico de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, la proliferación a nivel local de agencias y concesionarias de vehículos chinos, que se caracterizan por sus costos reducidos en comparación con otras unidades de la misma gama, no es casualidad.
El catedrático explica que el éxito de estas marcas en el mercado poblano se debe a que la estética de los coches, así como los atractivos costos y planes de financiamiento, impactan directamente en la motivación sentimental de los compradores, así como en sus contextos económicos.
Aunque en Puebla la popularidad de estas compañías se incrementó en el último lustro, aún con mayor fuerza en los últimos tres años, el especialista señala que la introducción de estas marcas lleva por lo menos una década en México.
➡️ Únete al canal de El Sol de Puebla en WhatsApp para no perderte la información más importante
Sin embargo, fue hasta hace tres años cuando, en medio de la emergencia global por el Coronavirus Covid-19, aunado a la guerra entre Rusia y Ucrania, que se agudizó en 2022, cuando la producción de chips, muchos de los cuales son utilizados en el sector automotriz, se encarecieron en todo el mundo.
Debido a que Europa –además de Asia– es el principal suministrador de componentes electrónicos en todo el planeta, la crisis social suscitada en aquella región provocó que se elevaran los costos de los vehículos en todo el mundo.
“Esto provocó que los autos nuevos se quedarán sin insumos suficientes, pues prácticamente todo tiene electrónica, desde cuando aceleras se involucra un sensor que incluye un chip, o cuando frenas ya no es un dispositivo completamente mecánico, sino que involucra muchísimos chips dentro del sistema eléctrico del automóvil”, comparte.
Frente a dicha situación, las compañías chinas de reciente ingreso al mercado mexicano, como JAC, BAIC, MG, Chirey, aprovecharon el contexto global para reducir sus costos de manufactura y así disminuir el valor al público de sus unidades.
Los vehículos usados incrementaron sus costos y, por ende, la economía de las personas no permitía ni comprar autos nuevos ni usados (...) Es ahí donde se comenzaron a comercializar de manera fuerte estos vehículos de procedencia china en México añade.
Para lograr sus precios tan atractivos al consumidor mexicano, estas marcas sacrifican la calidad de sus componentes y economizan hasta el mínimo circuito, remarca el especialista.
Flores Quintero no dice textualmente que los vehículos chinos son mejores o peores que los de otras empresas occidentales, europeas e incluso asiáticas. Sin embargo, sostiene que muchas de las funcionalidades de los autos con estas características, sobre todo en materia de seguridad, tienden a requerir componentes de buena calidad, mismos que no incluyen los sellos chinos.
El académico explica que es muy común que vendedores de automóviles chinos defiendan que sus coches tienen las mismas características físicas que otras unidades de los competidores con mayor antigüedad, pero con costos considerablemente más económicos.
No obstante, remarca que un precio bajo “no se consigue mágicamente”, pues, aunque técnicamente tengan las mismas especificaciones, la calidad de los materiales es inferior, lo cual reduce su durabilidad de forma exponencial.
Argumenta que las compañías se vuelven económicamente más competitivas frente a otras marcas con mayor antigüedad en el mundo debido a que utilizan artefactos, como chips, de baja calidad.
El problema, enfatiza el especialista, es que casi 100 por ciento de los vehículos motorizados en todo el mundo funcionan a partir de sensores y componentes electrónicos, ya que todas las funcionalidades operan a raíz de programación y circuitos.
Sería atrevido decir que los autos chinos son malos, más bien, hablemos de probabilidades. Con estos autos es más probable que el vehículo tenga una calidad inferior, que un vehículo de una marca que es más conocida y cara; obviamente estás pagando el diseño, la calidad y los materiales opina.
Señala que los “diseños futuristas”, así como los vistosos artefactos eléctricos ornamentales, que tienen los autos chinos suelen cautivar a los consumidores. No obstante, al observar los discos de freno, por ejemplo, “son más delgados que los de una bici”.
El investigador del Tecnológico de Monterrey hace hincapié en que nunca será más importante que un coche luzca atractivo si éste no ofrece calidad en dispositivos de seguridad, bolsas de aire, entre otros artefactos diseñados para proteger a los pasajeros.
¿Cuántos autos chinos se vendieron en Puebla?
De acuerdo con una serie de reportes elaborados por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), mismos que se encuentran en poder de El Sol de Puebla, durante 2023 hubo al menos cuatro marcas y conglomerados automotrices de origen chino que realizaron ventas de vehículos en Puebla. Estas compañías acapararon el seis por ciento de todas las unidades vendidas el año pasado.
Así, se identificó que, de enero a diciembre de 2023, se vendieron, según esa organización, un total de 50 mil 673 automóviles nuevos en todo el estado. De esta cifra, 3 mil 256 pertenecían a una marcha china, como JAC, MG, Omoda (que fabrica los vehículos Chirey) y Motornation (ensambladora de las empresas Changan, BAIC y JMC). La más popular fue MG.
El comunicador especializado en autos y director del medio AutoDinámico, Gabriel Salazar, dio a conocer que, para finales de 2024, serán 26 las marcas de autos de origen chino las que comercialicen sus unidades en México.
Además de las ya mencionadas, se incluyeron DFSK, Seres, Haval, ORA, Poer, Tank, WEY, Jaecoo, EXEED, Jetour, Geely, Zeekr, NETA, Skywell, Bestune, SEV, GAC y BYD, esta última pionera en el mercado de coches eléctricos.
¿Qué tan recomendable es comprar un auto chino?
A parte de la baja fiabilidad que ofrecen muchas de estas marcas, existe el riesgo de que los servicios de reparación por fallas se vuelvan complejos, particularmente en las unidades nuevas, especialmente porque todavía no hay muchos talleres de estas empresas en Puebla, apunta el experto del Tecnológico de Monterrey.
Muchas de estas unidades que se comercializan en nuestro país vienen prefabricadas desde Asia, esto debido a que el valor de los componentes electrónicos es más económico en ese continente. Sin embargo, para reducir aún más los precios, las marcas ensamblan únicamente sus vehículos en México, esto también para cumplir con la normativa nacional.
Por si esto fuera poco, las refacciones, al ser en su mayoría importadas, pueden tardar en llegar a México varias semanas, incluso meses, y eso alarga la recomposición de las unidades, lo que afecta directamente a los usuarios.
“La probabilidad de que falle algún componente es alta (...) Ahora, en el servicio postventa, cuando quieres preguntar por la bomba de gasolina, por ejemplo, en la agencia te van a decir que lo reparan dentro de la garantía, pero que la pieza llega en cuatro meses. Si es tu vehículo de diario, pues creo que a nadie le gustaría esperar tanto tiempo”, destaca.
Por otra parte, dichas empresas chinas, al ofrecer productos de calidad inferior, se vuelven poco estables en el mercado mexicano, lo cual puede provocar su salida inesperada del país. Esta situación dejaría en desamparo técnico a sus clientes y haría que conseguir refacciones sea todavía más difícil.
Como ejemplo, lo sucedido con la marca de vehículos chinos, FAW, que llegó al país hace más de una década, pero que se esfumó al poco tiempo, dejando a decenas de compradores en vilo por la ausencia de refacciones y talleres, enfatiza Flores Quintero.
Aunque en su momento la marca JAC, también de origen chino, ofreció mantenimiento a las unidades de FAW, esto a través de su planta ensambladora en Ciudad Sahagún, Hidalgo, en años recientes anunció que no daría más servicio a los vehículos de aquel sello.
Finalmente, Flores Quintero sugiere que los compradores poblanos deben analizar con detenimiento las características de los vehículos que se busquen adquirir, pues “comprar un coche no es cualquier cosa, ya que requiere una inversión fuerte”.
