Para el economista y catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Anselmo Chávez Capó, la pérdida de más de 5 mil negocios que reportó el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) durante el primer trimestre de este año, solo es la punta del Iceberg de las afectaciones económicas que traerá consigo el coronavirus.
En entrevista telefónica, el académico señaló que será en el segundo trimestre del año cuando se tenga la dimensión de empleos y negocios perdidos a causa de la pandemia, ya que durante los datos del primer trimestre solo se reflejaron los primeros días de la emergencia sanitaria y medidas de confinamiento.
“Este impacto en los negocios lo veremos ya cuantificado casi en su totalidad a partir del segundo trimestre, ahí es cuando nosotros nos vamos a dar cuenta eventualmente de la magnitud, del costo económico en negocios de la pandemia. Estamos viendo el reflejo de lo que pasó, pero estamos viendo que nos tocó solo 15 días y donde veremos el impacto es en el segundo trimestre”.
Reconoció que fue el sector terciario de servicios y comercio el más golpeado en estos primeros tres meses y estimó que el panorama empeore, una vez que sólo en plazas comerciales se prevé la pérdida de 2 mil 500 locales.
“Se estima que más o menos se perderán como 2 mil 500 locales en plazas comerciales, lo que estamos viendo es que el sector terciario donde estamos recibiendo el impacto es el más afectado”.
La fecha para hablar de una recuperación económica es incierta, pues el especialista afirmó que esto depende de las fechas que establezcan las autoridades para reanudar todas las actividades comerciales.
Además, adelantó que el sector de comercio y servicios tendrá que cambiar la forma de vender sus productos, principalmente aquellos que estaban acostumbrados a la aglomeración de gente y que tendrán que reducir su capacidad cuando llegue el momento de que retomen sus actividades.
“La apertura de los negocios va a ser muy limitantes por lo que se puede prever, estamos hablando de que los restaurantes van a estar a unas tres cuartas partes de su capacidad, los cines a la mitad, todos los demás lugares en el sector servicios reducidos en un porcentaje casi equivalente a la mitad”.
Confió en que estos cambios no generen un incremento en los precios de ciertos servicios, pues si bien los empresarios pueden caer en la tentación de aumentar sus costos para no sacrificar las utilidades, será el mercado quien regule lo que pague un consumidor en la nueva normalidad.