Dentro de los escenarios que pueden ocurrir cuando una persona fallece es que esta no deje un testamento en donde indique quién o quiénes serán los nuevos dueños de los bienes que tenía en vida, como puede ser una casa.
Esto genera un gran problema entre los familiares y en especial una gran incertidumbre por no saber si esto significa que perderán la propiedad o el destino que tendrá.
Pero tramitar las escrituras de una casa intestada es posible por medio de un proceso legal. Cabe recordar que este tipo de casos se dan cuando no existe un documento en donde se explique quién es el nuevo dueño de una propiedad como es el testamento, o cuando la casa en cuestión no viene especificada en un testamento.
¿Qué hacer cuando una casa queda intestada?
Al depender del escenario, si existe una inconformidad sobre un bien que pudo ser heredero, los interesados tendrán que dirigirse a un juez familiar, pero en el caso más común, aquellos que busquen la propiedad de un bien intestado tienen que acudir a un notario público.
Será entonces cuando comience un proceso conocido como abintestato o sucesión intestado, que es aquella que se produce en el caso donde no existe un testamento de la persona fallecida o donde el documento que dejó es invalido.
Para este trámite se deben contar con documentos como: Acta de matrimonio, las escrituras de la vivienda, acta de defunción del propietario, el acta de nacimiento de los hijos y, solo en caso de que exista, el testamento en donde se muestre que la propiedad no fue enlistada.
Este proceso puede llegar a durar un par de años, debido a que deben cumplirse diversos procesos como es una investigación de las autoridades sobre la relación de la persona fallecido con aquellos que buscan realizar el trámite, en busca de evitar algún fraude inmobiliario.
También, se elige a un albacea, una persona que estará encargada de vigilar el inmueble, además de realizar un inventario y un avalúo de todas las propiedades intestadas que se buscan adquirir.
Una vez que se cumplen con todos los procesos, el juez entregará el documento de sucesión intestada en donde se dictaminará al nuevo o nuevos dueños de la propiedad y el porcentaje que les corresponde.
Al concluir esto y recibir el nombramiento, el nuevo propietario podrá disponer como guste de la casa y hacer con ella lo que mejor le convenga o que sea de su interés.
Si llega a darse el escenario en donde no pueda llegarse a un acuerdo, las autoridades pasarán a reclamar el bien intestado y comprarán la propiedad de acuerdo con su valor fiscal.
Dejar una propiedad o casa intestada llega a ser más común de lo que se piensa, por ello lo mejor al adquirir una es formular un testamento en donde se de mayor certeza a los familiares sobre lo que ocurrirá al momento de la muerte. Esto no solo evita incertidumbre, también problemas legales futuros y posibles desacuerdos entre los familiares.