Es común que en distintos ámbitos de la vida varios términos sean confundidos, esto debido a que pueden tener significados similares o que se encuentran relacionados y el ámbito financiero no es la excepción, es por ello que la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) cuenta con un apartado enfocado en la educación financiera.
Dentro de estos términos figuran dos relacionados con los recursos que son utilizados por una persona y que al final podrían verse traducidos en una afectación a las finanzas personales, tal es el caso de los gastos hormiga y los gastos fantasmas, que, si bien tienen el mismo efecto, la manera en la que la que lo ocasionan no lo es, por eso la dependencia federal ya lo aclaró.
¿Qué significan los gastos hormiga y los gastos fantasmas?
De acuerdo con el organismo, el punto en común que tienen ambos tipos de gasto es que estos pueden ser lo causantes de que una persona tenga la sensación de que no alcanza el dinero de cara al final de la quincena, mismas que también coinciden con una serie de fugas de dinero en compras que pudieran parecer insignificantes, esto como un error en la gestión de las finanzas.
En lo que respecta a los gastos hormiga, estos corresponden a pequeñas compras que se hacen a diario y que afectan el bolsillo “sin darnos cuenta”, como lo puede ser el café diario que se compra camino al trabajo, por lo que son considerados como uno de los mayores enemigos de las carteras pues, aunque parezcan beneficiar nuestro día a día, lo cierto es que a largo plazo pueden limitar la capacidad de ahorro.
Por su parte los llamados gastos fantasma son llamadas aquellas compras o cargos de los que ni si quiera se da cuenta una persona, siendo aún más invisibles que los anteriores, pasando desapercibidos pese a que no se encuentran considerados en el presupuesto mensual, como lo pueden ser las suscripciones automáticas que ya no se utilizan, así como las comisiones bancarias.
Cabe puntualizar que, si bien ambos términos no significan lo mismo, ambos tienen la capacidad de generar afectaciones que pueden limitar la posibilidad de tener un ahorro constante, pudiendo, una ves que se tiene conciencia de ellos, actuar de manera certera con determinaciones que permitan tener una libertad financiera, que por consiguiente desencadene un bienestar económico.
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¿Cómo se pueden evitar los gastos hormiga y fantasma?
Respecto a la manera en la que estos se pueden evitar, en el caso de los gastos hormiga la recomendación es guardar las facturas de menor consumo o en su defecto anotar cada uno de estos egresos, para que al final del mes se descubra el monto gastado, pudiendo determinar si se necesita realizar algún ajuste, dependiendo de cada individuo el control de los mismos.
Finalmente, en el caso de los gastos fantasma la mejor forma de evitar que impliquen una fuga para el bolsillo es evaluar las suscripciones con las que se cuente para determinar si en verdad son necesarias e incluso si continúan siendo utilizadas, eliminando aquellas de las que se puede prescindir, además de crear un presupuesto específico para pequeños gastos respetando el límite.