Ahorrar permite cumplir metas, satisfacer necesidades o cubrir alguna emergencia que se presente, sin embargo, hay dos formas distintas para hacerlo que conllevan ventajas y desventajas.
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) solo el 15 por ciento de la población adulta ahorra en mecanismos formales como son bancos o cajas de ahorro, mientras que el 32.4 por ciento lo hace a través de sistemas informales como tandas o en los hogares.
Rosa Huepa Onofre, contadora pública certificada, dio a conocer que definitivamente el juntar los ingresos de manera formal es la mejor opción pues te permite generar un historial crediticio para adquirir bienes a futuro y el dinero se encuentra protegido por entidades financieras.
Lo más importante es que, ese dinero que se guarda a través de cuentas de ahorro, fondos de inversión o en los Cetes (Certificados de Tesorería de la Federación), se invierten en proyectos de personas, gobiernos o empresas que lo necesitan para crecer, y a cambio, ellos lo devuelven con un pago adicional.
Sin embargo estimó que, sus únicas desventajas son que el efectivo no se puede utilizar al momento y en ocasiones puede haber cobros a la hora de hacer transacciones.
Ante este panorama la especialista estima que, la mayoría de las personas que optan por esta modalidad, lo hacen con el objetivo de utilizarlo a largo plazo que les sirva para emergencias o el retiro laboral.
Por otra parte, los inconvenientes que trae conservar el dinero en medios informales como tandas es que nunca van a tener acceso a los créditos bancarios, las personas pueden tener problemas fiscales si compran productos con un alto valor monetario y nadie supervisa este tipo de ahorros, por lo que pueden ser víctimas de fraude.
En contraste, la ventaja de este tipo de ahorros es que se puede utilizar el efectivo en cualquier momento sin la necesidad de realizar una serie de trámites para solicitarlo.
“Si junta su dinero de manera informal no van a generar historial y cuando quieran comprar un bien no van a tener acceso a un financiamiento, pues los bancos van a decir ¿cómo le voy a prestar si no tiene dinero en una instancia financiera? (…) Si el día de mañana las personas quieren comprar una camioneta y llegan con su fajo de billetes, puede que le nieguen la compra porque será algo extraño que alguien acuda con tanto dinero. Esto les puede traer problemas porque las autoridades investigarán de dónde sacaron tanto dinero, si se supone no tenían nada en bancos”, detalló.
Finalmente, Huepa Onofre estimó que la decisión de cual tipo de ahorro van a utilizar se basa en una educación financiera.