En los últimos 18 años el estado de Puebla no ha logrado convertirse en una potencia económica para el país debido a que el gobierno y los empresarios se han enfocado en impulsar con mayor fuerza a la industria manufacturera, que aporta el 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, olvidándose de los otros 17 sectores que tienen presencia en la entidad y que en su conjunto generan el 70 por ciento.
Del 2003 al 2021 el territorio poblano se ha mantenido de manera constante en la posición 11 a nivel nacional en cuanto a su derrama económica que aporta a la República Mexicana. En todo este tiempo no ha podido avanzar en el ranking, porque, según el INEGI, las inversiones se han aterrizado principalmente en la industria, al ser considerada la actividad con más peso económico.
Sin embargo, la realidad es que la mayor parte de los ingresos de Puebla provienen de la suma de empresas dedicadas a la construcción, comercio, agricultura, servicios inmobiliarios, minería, generación de energía, hospedaje y preparación de alimentos, entre otros.
Expertos en temas económicos dan a conocer que al resto de los sectores no se les apuesta por ser catalogados como negocios de bajo valor, poco impacto internacional y de mínimas ganancias, esto pese a que Puebla tiene las condiciones necesarias para su óptimo desarrollo.
Incluso mencionan que si las autoridades e inversionistas apoyaran de forma eficiente e igualitaria a todas las actividades productivas, Puebla se convertiría en una potencia económica, es decir, dejaría de ser el lugar 11 y estaría en los primeros cinco en cuanto a ingresos.
La industria manufacturera, el sector que más empresas abrió en 18 años
Para entender la manera en cómo la industria manufacturera ha sido el sector más apoyado en inversiones durante los últimos 18 años, basta con mencionar que es la actividad que más empresas ha abierto del 2003 al 2021.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a principios de siglo este sector tenía 20 mil establecimientos activos, que se dedicaban a la industria textil, plástico, automotriz, química, metalmecánica y alimentos. La cifra más reciente arroja que son 53 mil 292 compañías, es decir, hubo un nacimiento de 33 mil 292 lugares, más del doble.
Esta cifra es superior al resto de las empresas que nacieron en las otras actividades productivas del estado, que apenas alcanzaron las 32 mil unidades económicas nuevas.
A manera de desglose, el comercio al por menor presentó el nacimiento de 7 mil negocios; la construcción, 5 mil; la generación y transmisión de energía eléctrica, agua y gas, 5 mil; hoteles y restaurantes, 3 mil; servicios para empresas, 3 mil; comercio al por mayor, 2 mil; servicios educativos, 2 mil; servicios de salud, 2 mil; servicios inmobiliarios, mil; transporte, mil; servicios financieros y de seguros, 700, y la información en medios masivos, 300.
Es importante dar a conocer que hubo actividades como la minería, esparcimiento cultural y deportivo, los corporativos, los servicios profesionales y la agricultura que se han quedado estancadas en cuanto a la creación de nuevas compañías, lo que significa que no se les ha invertido capital para su desarrollo.
Las actividades menos apoyadas, las que más dinero generan
Desde hace 18 años, la industria manufacturera por sí sola genera el 30 por ciento de la derrama económica para Puebla, lo que la convierte en la economía más importante para el estado, si se compara con los otros sectores de forma individual.
Sin embargo, el potencial financiero proviene de la suma de las otras 17 actividades productivas de la entidad, las cuales aportan 70 por ciento del PIB en Puebla, y casi no son apoyadas en temas de inversión, como ya se expuso anteriormente.
Por poner el ejemplo del 2021, en ese periodo se generaron 531 mil 159 millones de pesos en la entidad a través de la iniciativa privada, de los cuales 125 mil 237 millones de pesos son de la industria y 405 mil 922 millones de pesos del resto de sectores.
Por tipo de actividad, los servicios inmobiliarios aportaron 84 mil 946 millones de pesos; el comercio al por menor, 51 mil 377 millones; el comercio al por mayor, 39 mil 012 millones; el transporte, 31 mil 801 millones; la construcción, 29 mil 998 millones; la educación, 28 mil 937 millones; la agricultura, 24 mil 906 millones; los servicios financieros y de seguros, 18 mil 147 millones; la información en medios masivos, 13 mil 157 millones; servicios de salud, 12 mil 876 millones; servicios de apoyo para recolección de residuos, 12 mil 636 millones; generación de energía, 10 mil 277 millones; servicios profesionales, 6 mil 466 millones; alojamiento temporal y preparación de alimentos, 5 mil 154 millones; minería, 4 mil 854 millones; esparcimiento cultural y deportivo, 767 millones, y los corporativos, 285 millones.
En Puebla no se apoya a todos los sectores porque son de “bajo valor”
Juan Alberto Vázquez Muñoz, profesor de la facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), dio a conocer que en Puebla no se apoya a todos los sectores de forma igualitaria, debido a que son considerados de bajo valor agregado.
También son catalogadas como actividades poco dinámicas, es decir, que sus productos o servicios que ofrecen no pueden trascender más allá del territorio nacional, por lo que no son tan rentables para los inversionistas.
“Aquí la explicación sería que las actividades más rezagadas no son tan importantes para los empresarios porque por sí solas no generan tanto dinero. No hay punto de comparación entre una industria y un restaurante, o la construcción con la fabricación de colchones. La realidad es que los inversionistas les van a apostar siempre a lo que deja más, aunque si se hace un análisis profundo, la fuerza financiera de Puebla viene de la suma de todas esas actividades que casi no son tomadas en cuenta”, subrayó.
Puebla tiene la capacidad de desarrollar todas las actividades de manera igualitaria
A decir de Anselmo Salvador Chávez Capó, profesor de la licenciatura en Administración Financiera y Bursátil de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), existen diversos factores que hacen de Puebla un lugar óptimo para desarrollar todas las actividades de manera igualitaria, para convertirlas en motores económicos de gran peso a nivel nacional e internacional.
En el caso del sector primario (agricultura), precisó que el estado es un lugar que cuenta con una gran cantidad de tierra, además de tener un excelente clima, que permite hacer del campo un negocio rentable por la siembra de frijol, maíz, frutas y verduras.
Respecto al tema secundario (industria), indicó que la ubicación estratégica de Puebla ha sido un factor determinante para hacer negocios de este tipo, ya que se encuentra en un punto medio del país que facilita el traslado de insumos o mercancías.
Sobre las actividades de terciarias (comercio, educación, inmobiliarias y de transporte), el especialista dijo que estas cobran relevancia debido al desarrollo tan importante que ha tenido la entidad en los últimos años, por lo que ha crecido la demanda de todo este tipo de servicios para que el estado sea considerado como un lugar apto para vivir.
“Hay elementos como los que ya mencioné, que hacen que Puebla tenga una ventaja competitiva a comparación de otros estados. Por eso, es que si los apoyamos, todos pueden crecer de manera igualitaria. De manera histórica esas actividades se han concentrado más aquí porque son más rentables que en otros lados por las mismas condiciones que ofrece el estado”, expresó.
Apoyar a las actividades más rezagadas, convertiría a Puebla en una potencia económica
A manera de conclusión, Armando Valerdi Rojas, ex presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), expresa que si las autoridades e inversionistas apoyaran de forma eficiente e igualitaria a todas las actividades con presencia en la entidad, Puebla se convertiría en una potencia económica, es decir, dejaría de ser el lugar 11 y estaría en los primeros cinco lugares en cuanto a ingresos.
Por ello, dijo que es indispensable generar un programa de políticas públicas que ayude a los sectores con menor presencia a desarrollarse en cuanto a productividad.
Esta iniciativa consiste en otorgar subsidios a los empresarios, así como herramientas e infraestructura para que puedan llevar a cabo de manera más eficiente sus actividades.
“Con estos apoyos, el estado dejaría de depender únicamente de la manufactura, ya que habría más sectores de importancia, lo que convertiría al estado en una potencia económica”, ahondó.
Agregó que otras maneras de impulsar de forma igualitaria a los sectores productivos será reducir el número de trámites y permisos de operación, pues eso traerá inversiones de diferentes tipos.
Armando Valerdi informó que otra estrategia será aumentar la seguridad en todo el estado, pues refirió que está altamente comprobado que los inversionistas buscan abrir empresas en lugares donde los índices delictivos no sean altos a fin de proteger su capital.
“Si las autoridades implementan estos consejos, definitivamente nuestro estado dejaría de ser el lugar 11 en cuanto a generación de ingresos, y pasaría a ser los primeros cinco lugares”, concluyó.