A un año de la llegada del nuevo coronavirus SARS-COV-2 al estado, este provocó que de 400 a 600 instituciones privadas de educación inicial y básica en Puebla cerraran sus puertas de manera definitiva, y que poco más de 2 mil personas perdieran sus empleos, anunció la Unión Poblana de Escuelas Particulares (UPEP).
En entrevista para El Sol de Puebla, Jorge González y Javier Osorio, el presidente y el vicepresidente de la UPEP, respectivamente, detallaron que hasta antes de la emergencia sanitaria en Puebla existían más de 2 mil escuelas de carácter privado, sin embargo, y derivado de las complicaciones por la falta de ingresos ante la modalidad remota y la baja de alumnos, al menos el 25 por ciento ha desaparecido.
En este sentido y dentro del total de cierres definitivos, ambos directivos lamentaron que 15 de sus 110 escuelas afiliadas fueran rebasadas por la Covid-19 y tuvieran que optar por dejar de impartir clases a decenas de alumnos.
Javier Osorio destacó que, hasta el momento, los colegios particulares que ofrecen formación a nivel de primaria, secundaria y bachillerato han visto una reducción del 30 por ciento en su matrícula, mientras que en los preescolares ha sido del 50 por ciento, no obstante, aquellos que atendían niños desde los 45 días de nacidos hasta los tres años (maternal) resultaron afectados al perder a su 100 por ciento.
“En Puebla éramos 2 mil 400 escuelas particulares en las cuales, hay una estadística por ahí de 400 y 600 cierres de instituciones, con una baja del 30 por ciento promedio de la matrícula en la escuela particular, en el estado de Puebla y en todos los niveles, recalcando también que, el maternal ha tenido una afectación de una reducción de la matrícula en un 100 por ciento”, manifestó.
En esta misma línea, advirtió de los riesgos que podrían sufrir algunos menores que, ante la necesidad de los padres por encontrar quien cuide de sus hijos, optan por dejarlos con gente no capacitada o regulada, que en últimos días ha comenzado a aumentar y anunciarse principalmente en redes sociales.
“Muchos padres de familia se están viendo afectados por esta situación, pues no existen lugares adecuados, autorizados, formales y capacitados como son las escuelas donde sus hijos puedan estar mientras ellos trabajan y ahora lo que estamos viendo es la afluencia de propuestas que no están reguladas y que, por lo tanto, ponen en riesgo la seguridad de los menores”, enfatizó.
De acuerdo al Sistema Interactivo de Consulta de Estadística Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal, hasta el ciclo escolar 2019-2020 en Puebla se tenía un registro de 2 mil 274 instituciones particulares de educación básica y media superior, de las cuales mil 786 eran de preescolar, primaria y secundaria, 486 bachilleratos escolarizados y dos no escolarizados.
Cabe destacar que, este medio buscó a la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal para conocer sus cifras actualizadas sobre el número de escuelas privadas cerradas, sin embargo, el área de comunicación refirió el último dato dado a conocer por el titular de la dependencia, Melitón Lozano Pérez, del pasado 28 de enero, donde indicó que 68 habían cerrado: una en educación especial, dos en inicial, 46 de preescolar, 13 primarias, cinco secundarias y un bachillerato.
ANTE POSIBLES RIESGOS, SOLICITARÍAN REAPERTURA SEGURA
Con 17 años de experiencia en educación, la coordinadora del Colegio Montessori del Sol, Alejandra Matus Pérez comentó para este medio que, si bien los espacios y personas que operan en medio de la pandemia están atendiendo una necesidad, es de suma importancia que lo hagan sólo aquellas reguladas por las autoridades, por lo que sugirió que tras un diálogo adecuado podría definirse un protocolo.
“Somos los espacios que mejor podríamos recibir a estos niños, darles la atención necesaria, atender todas sus necesidades emocionales, académicas (…), en espacios que de por sí, siempre se nos han regulado y hemos tenido que demostrar que estamos aptas para recibirlos, entonces, viendo esta necesidad (…) y si las autoridades nos lo permiten con un diálogo adecuado, se pueden armar protocolos que ya se están haciendo en otros estados, que están funcionando y que podríamos tratar de replicar”, dijo.
En cuanto a las estrategias para mantener a su comunidad estudiantil, Matus Pérez aseguró que en el colegio han mantenido estrecha y constante comunicación con los padres de familia para conocer sus necesidades, demandas y opiniones.
De igual manera, comentó que han estado ofreciendo apoyo psicopedagógico por medio de charlas en línea y reducciones en las colegiaturas, esta última tal y como lo solicitó la SEP estatal.
“Tengo reuniones con mis padres de familia para ver cómo van y qué necesitan, en qué quieren que modifiquemos, es (importante) que tu comunidad escuche y sienta la empatía que tienes hacia ellos, (…) la mejor estrategia que hemos aplicado es la comunicación con nuestras familias y la empatía”, subrayó.