La falta de salud financiera impacta severamente en la salud física y emocional, toda vez que es el último rubro en el que las personas invierten sus recursos económicos al considerar que es un gasto y no una inversión, señalan especialistas.
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En Puebla, el 41.9 por ciento de su población de 18 años y más afirma no tener salud financiera, es decir, que no puede hacer frente a imprevistos derivado de malas decisiones económicas, revela el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de su Encuesta Nacional sobre Salud Financiera.
Eréndira Corona Meza, médico general del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) clínica San José, comparte que este fenómeno cada vez es más visible en personas de entre 18 y 35 años que, por falta de actos de prevención en la salud, son quienes han empezado a desarrollar enfermedades más graves.
A la vez, y desde su experiencia, la falta de salud financiera entre la población del estado es evidente, ya que las y los pacientes de esta clínica llegan a consulta o revisión una vez que su padecimiento es grave o insistente.
“Vemos también que para muchos el hospital público es la única opción para tratar enfermedades que pudieron evitar con medicina preventiva, porque no son capaces de hacer frente a gastos mayores que se salen de su presupuesto”, agrega.
Por su parte, Graciela Wilson, académica y especialista en Psicología de la Universidad Iberoamericana Puebla, explica que esta falta de previsión financiera parte de una cultura en diversas familias, donde la salud es un tema que no se prioriza.
En específico en el área de la salud mental, es donde las y los pacientes menor atención invierten, ya que desde el núcleo familiar se inculcó que, antes de pensar en gastar en estudios médicos o terapias, hay otros rubros más importantes, por ejemplo, la diversión o el entretenimiento.
En este sentido, señala las graves consecuencias de hacer caso omiso al ahorro, la buena toma de decisiones y el destinar al año una parte de recursos a la salud, ya que la estabilidad física y emocional son las bases para cualquier actividad. “Sin salud no podríamos trabajar, no podemos ignorarla”, subraya.