De las 389 empresas que ofrecen el servicio de seguridad privada en el estado de Puebla, al menos 189 de ellas operan de manera ilícita, es decir, sin permisos ni autorización.
Roberto Esquivel Ruiseco, vicepresidente de la Red Mexicana de Franquicias (RMF), explicó a El Sol de Puebla que el personal que labora en esas pseudo compañías, son colocados en lugares con poca supervisión de las autoridades, como fraccionamientos, micronegocios y pequeñas plazas comerciales locales.
Para identificarlos, basta con verlos portar playeras, camisas o camisolas de color blanco, azul o negro, con únicamente la leyenda de “Seguridad Privada”, cuando los uniformes regulados llevan otros elementos como insignias enfrente y a los lados.
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¿Cuáles son los riesgos de contratar una empresa de seguridad falsa?
El empresario aseguró que los riesgos de contratar los servicios de una empresa que opera con ilegalidad son dos: El primero es que en caso de cualquier siniestro, el guardia no cumplirá con sus funciones de seguridad, debido a la falta de capacitación.
El segundo es que en muchas ocasiones, ese mismo personal se desempeña como “halcón” al interior de grupos delincuenciales, por lo que solo vigilan lugares y personas para cometer algún delito.
El déficit de registro de empresas de seguridad privada, se debe a los altos costos que eso representa, ya que en la entidad el trámite asciende a 48 mil pesos, cuando en otros estados el costo es de apenas 18 mil pesos.
“Esas empresas trabajan en pequeños negocios, fraccionamientos y plazas comerciales porque saben que ahí están seguros por la poca supervisión. Contratar los servicios de seguridad con ellos, es un riesgo para la sociedad y los empresarios (…) La otra cara de la moneda es que muchos no se dan de alta porque en Puebla los permisos de operación son uno de los más caros del país, por lo que estas compañías prefieren trabajar por la fácil y ahorrarse ese dinero”, reconoció.
Tras esta problemática, Esquivel Ruiseco explicó la necesidad de que este tipo de empresas funcionen con un reglamento interno de trabajo, el cual debe escribirse de acuerdo a la Ley Federal de Trabajo y de acuerdo a la Ley Federal de Seguridad Privada.
Así como la capacitación DC3 (constancia que valida las habilidades y competencias laborales), la cual sirve para asegurar que el personal está capacitado para prestar servicios de seguridad privada.