Al terminar de pagar cualquier deuda con una institución financiera, es indispensable solicitar la carta finiquito para tener la certeza de que la cuenta quedó en ceros y esto se vea reflejado en un buen historial crediticio.
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), este es un documento que se utiliza para demostrar que ya no existe deuda alguna.
Es importante saber que si no se realiza el trámite para su solicitud, se corre el riesgo de que los bancos hayan tomado los pagos como abonos y sigan cobrando intereses.
Para pedirla, se debe acudir directamente a las sucursales bancarias después de que hayan sido notificados que la deuda fue saldada. Algunas entidades las entregan al momento y otras hasta en 40 días hábiles.
Unos bancos no otorgan la carta como tal, pero brindan un estado de cuenta donde se demuestra que el crédito ya fue liquidado. En caso de que no quieran brindar alguno de los dos comprobantes antes mencionados se puede acudir a la Condusef para presentar la queja.
Al obtener el documento emitido por las entidades financieras, se podrá solicitar una nueva línea de crédito sin ningún problema, o se podrá usar para dar de baja las tarjetas demostrando que no se tiene ninguna deuda.
¿QUÉ HACER EN CASO DE HABER LIQUIDADO LA DEUDA Y SIGUEN BUSCANDO PARA COBRAR?
Suele suceder que el banco o el despacho de cobranza no hayan recibido la orden que les notifica que alguna persona ya liquidó una deuda, por lo que siguen buscándola para pedir que pague.
Para estos casos es muy importante que se tenga a la mano la carta finiquito que otorgó el despacho o el banco, de lo contrario no se podrá demostrar que en realidad se terminó de pagar.
La otra opción es esperar a que el Buró de Crédito se actualice, esto pasa cada 40 días luego de haber abonado el monto faltante de la deuda. Pues ahí aparecerá si ya se liquidó la cuenta o no.