Luis Miguel Barbosa Huerta recibe un estado que, el año pasado reportó un crecimiento económico del 2.5 por ciento, mientras en otros periodos superó el seis u ocho por ciento. Además, Puebla es la sexta entidad del país con mayor índice de informalidad laboral. Incluso, 46 de cada 100 poblanos ocupados en algún trabajo se encuentran en pobreza laboral, lo que significa que lo que perciben como salario les es insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas personales y de sus familias.
Aunque rubros como la creación de plazas formales de trabajo, las exportaciones y los ingresos por remesas han tenido incrementos, el sector privado de Puebla ha dicho que, desde el 01 de julio de 2018 empezó una incertidumbre, primero por un conflicto postelectoral y luego por la falta de un gobernante constitucional; el 01 de agosto de 2019 termina esa etapa.
Juan Espinosa Vargas, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), señala que el nuevo gobernador tendrá el reto de apuntalar la economía, para lo cual deberá apoyarse en el sector empresarial y trabajar en temas simultáneos como el combate a la inseguridad, lograr la gestión de recursos y retomar lo positivo que hayan hecho gobiernos anteriores.
Durante entrevista, el analista reconoce que, en el estado, ha habido avances en algunos indicadores. Sin embargo, una parte de la población no ha podido experimentar un cambio social, pues si nacen en condiciones de pobreza, es probable que mueran en la misma situación.
Ante ello, plantea que el nuevo gobierno debe hacer una estrategia económica que incluya apertura para que más personas tengan acceso a la educación, al empleo y a una vida digna.
¿CÓMO SE ENCUENTRA PUEBLA?
El Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) del Inegi precisa que, durante 2018, la entidad creció al ritmo de un 2.5 por ciento. La cifra es menor si se toman datos como el del año 2010, cuando Puebla creció un 8.6 por ciento anual, o como la cifra de 2011, del 5 por ciento.
Aunque durante años como 2013, el estado experimentó un decrecimiento del -0.9 por ciento, se han visto periodos de mayor bonanza, como 2012 (crecimiento del 6.3 por ciento anual) y 2017 (6.2 por ciento).
Por otra parte, la más reciente cifra del Inegi indica que el valor del Producto Interno Bruto (PIB) de Puebla creció un 6.37 por ciento de 2016 a 2017, pues pasó de 553 mil 072 millones de pesos a 588 mil 320 millones de pesos.
AUMENTAN EMPLEOS FORMALES, PERO PREVALECEN TRABAJOS SIN PRESTACIONES
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de 2018 a 2019, el promedio de generación de empleos ha crecido un 1.55 por ciento, pues de 615 mil 783 plazas registradas, la cifra actual es de 625 mil 371. Este dato hace alusión a los puestos de trabajo con seguridad social.
Sin embargo, dichos datos sólo representan un 28 por ciento de los trabajos que se generan en Puebla, toda vez que el otro 72 por ciento corresponde a empleos que no cuentan con seguridad social ni otras prestaciones, lo que se conoce como informalidad laboral.
De hecho, con datos del Inegi al primer trimestre de 2019, Puebla es el sexto estado del país con mayor tasa de informalidad laboral, solo por debajo de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Hidalgo y Tlaxcala.
Por otra parte, el Inegi reportó que, hasta el primer trimestre de 2019, había en el estado 70 mil 286 personas desocupadas. La tasa de desocupación fue del 2.8 por ciento, mientras el año anterior, en el mismo trimestre era del 2.4 por ciento.
La STPS resalta en sus estadísticas, que el ingreso promedio de la población ocupada es de 5 mil 250 pesos mensuales. En el caso de los empleados con seguridad social, tienen un promedio de percepciones económicas de 10 mil 095 pesos.
No obstante, México ¿Cómo Vamos? señala que, en Puebla el 46 por ciento de la población ocupada tiene pobreza laboral, es decir, que sus ganancias son insuficientes para satisfacer necesidades básicas como alimento, vivienda y salud.