¡Año nuevo, metas financieras nuevas…! Si este 2024 deseas iniciar con el pie derecho, en cuanto a tu situación económica se trata, una solución para lograr un ahorro mensual podría ser perfectamente la ‘regla del 50/30/20’, un sistema basado en porcentajes, con el que es posible no privarse de nada y, a la vez, ahorrar una cantidad cada mes que pasa.
Y es que, el ahorro es una de los mejores hábitos financieros que las personas pueden tener para enfrentar algún tipo de eventualidad que se presente en la vida diaria, motivo por el cual las instituciones financieras recomienda ampliamente el uso de guardar para tener finanzas sanas.
Por tal motivo, en esta ocasión te detallaremos sobre este nuevo método de ahorro que es de los que mas ayudan a las personas a conseguir un “dinero extra” y enfrentar cualquier tipo de complicación económica con finanzas fuertes; si estas interesado en saber de qué se trata, a continuación, te compartimos todo lo que debes de saber al respecto.
¿En qué consiste la "regla del 50-30-20"?
De acuerdo con la institución financiera BBVA, la ‘regla 50/30/20’ es simple y sencillo, únicamente consiste en “emplear” los ingresos mensuales que llegan a la cuenta bancaria, en base a tres categorías de gastos y a unos porcentajes.
Esta regla es un método de uso común, cada vez más extendido y aceptado por todos aquellos que, además de ahorrar para el futuro, quieren tener un control de lo que gastan mensualmente y cuya jerarquía es de la siguiente manera:
- Necesidades primarias (un 50 por ciento)
- Caprichos (un 30 por ciento)
- Ahorro para el futuro (un 20 por ciento)
Según lo que indica la entidad bancaria, a través de su sitio web, este método ayuda a cambiar el orden de los términos, es decir, a los ingresos se le resta el ahorro, quedando la operación matemática de la siguiente forma: ingresos - ahorro = gastos, lo que significa que, desde un primer momento, se tenga en cuenta el porcentaje de ahorro con el que hay que cumplir cada mes.
Usa el 50 por ciento para cubrir las necesidades básicas
De acuerdo a la ‘regla del 50-30-20’, el 50 por ciento de tus ingresos deberá estar destinado a cubrir tus necesidades básicas, es decir, los gastos básicos y esenciales para vivir, tales como:
- Alquiler o hipoteca del hogar
- Suministros: gas, agua, electricidad, etc
- Alimentación
- Transporte al trabajo
- Ropa que puedas necesitar
- Gastos relacionados con la educación obligatoria de los hijos
Lo anterior quiere decir que estos gastos no deberían de superar el 50 por ciento de tus ingresos, de lo contrario sería conveniente intentar buscar soluciones para reducir tus gastos básicos o incrementar tus ingresos.
Usa el 30 por ciento para los gastos prescindibles
En el caso de la segunda cifra de la ‘regla del 50-30-20’, indica que los gastos prescindibles no deberían superar el 30 por ciento de tus ingresos. Pero ¿cuáles son esos gastos?
- Ropa y calzado no esencial
- Comidas fuera de casa
- Viajes
- Compras que no sean necesarias
- Suscripciones a servicios no esenciales (cursos, televisión de pago, etc.)
Para aquellos que no sepan diferenciar entre gastos básicos y gastos prescindibles, un ejemplo podría ser que, imaginen que compran un abrigo para el invierno, ¿podrían seguir viviendo de la misma manera si no lo hubieran comprado? Si la respuesta es afirmativa, entonces se convierte en un gasto prescindible. Así que, si compras un abrigo, pero ya tienes varios que satisfacen esa necesidad básica, este gasto pasaría a formar parte del 30 por ciento.
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Usa el 20 por ciento para el ahorro
Finalmente, la ‘regla 50-30-20’ señala que el 20 por ciento de los ingresos se deben destinar al ahorro. En este punto, los gastos básicos y prescindibles sumarían el 80 por ciento de los ingresos, y ese 20 por ciento restante sería para ahorrar.
En este sentido, una forma muy buena para aplicar esta regla es haciendo un apartado del 20 por ciento de tus ingresos netos mensuales para evitar usar ese dinero en gastos prescindibles. Lo puedes hacer abriendo una cuenta corriente para depositar ese porcentaje todos los meses, o bien, usando una cuenta de ahorro, que, además, te puede generar intereses que podrás sumar a tu ahorro total.