Alfonso Romo Garza, jefe de la oficina de la presidencia de la República, pidió a los empresarios locales, quienes la semana pasada opinaron que en México hay un Estado fallido por los hechos de Sinaloa, tener confianza en el actual gobierno, el cual solo perdió una batalla y no la guerra en materia de seguridad. Afirmó que el gobierno federal está dando “quimioterapia” a un país que anteriores administraciones dejaron con cáncer.
Luego de una conferencia dictada a los empresarios poblanos en el Museo Internacional del Barroco (MIB), Romo reconoció que, para atraer el interés de los inversionistas y la estabilidad de una nación, debe prevalecer el Estado de Derecho, aunque justificó que anteriores administraciones dejaron vacíos en este rubro, lo que deberá atenderse paulatinamente.
“Heredamos una situación muy compleja. Déjame hacer la analogía como cuando tienes cáncer y vas al doctor y te dan quimioterapia; no te arreglas de un día para otro y te dan mareos y náuseas, pero se arregla y ahorita el gobierno está en eso, está armando la estrategia para darle a la ciudadanía un verdadero Estado de Derecho y una verdadera seguridad porque sin esto no hay plan de gobierno que aguante”, dijo.
Aunque organismos como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) habían desacreditado al gobierno federal por dejar libre a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, Romo trató de animarlos y les aseguró que la autoridad ganará la “guerra”.
El funcionario federal defendió que los inversionistas extranjeros tienen confianza en México, aunque en el nivel nacional hay recelo por las cargas impositivas y las políticas del gobierno.
PROMETE DESDE PUEBLA, ATENDER SITUACIÓN CON AUTOS CHOCOLATE
Por otra parte, Romo se comprometió con los empresarios poblanos (como José Chedraui, Gabriel Covarrubias, Olga Méndez, Fernando Treviño, José Antonio Quintana y otros) a dar seguimiento a la posibilidad legalizar los “autos chocolate”, pues la medida ha causado inconformidad en el sector privado.
Ello porque, estados productores de automóviles como Puebla, se verían afectados por una reducción del 30 por ciento de ventas de los vehículos, según plantearon la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y otras organizaciones que representan al sector.