Seguro en el mejor de los casos has escuchado la frase “quiere redondear”, mientras que en otros al ver tu ticket de compra resulta que se “perdieron” algunos centavos ante la escasez de monedas de baja denominación y es que esta es una práctica que se realiza en nuestro país desde hace algunos años, con la finalidad de facilitar la entrega de cambio al momento de una transacción.
Bajo este pretexto, también se ha sumado el discurso del destino que tiene este dinero, pues debido a que algunos consumidores afirman que es dinero que prácticamente es regalado a las grandes corporaciones, estas empresas aseguran que los recursos son destinados a causas altruistas, a lo cual algunos más cuestionan si las compañías lo pueden deducir de impuestos.
¿En qué consiste el redondeo?
Esta práctica consiste reducir el número de decimales importantes al valor numérico más cercano, ya sea superior o inferior, siendo comúnmente el último decimal el que es redondeado, si este número es superior a cinco, el número siguiente se redondea aumentado en uno, mientras que si el número es inferior no se ajustará el siguiente decimal y sólo se eliminará.
En términos contables, esta práctica tiene fines administrativos, sociales y fiscales, pues por una parte facilita la administración del flujo de efectivo, mientras que por otro lado estos centavos son destinados a organizaciones sin fines de lucro, lo que a su vez genera una ventaja fiscal para las empresas que los practican, esto debido a que como personas físicas no se pide un comprobante.
La principal crítica hacia esta práctica radica en el hecho de que en lugar de que las empresas sean quienes redondeen sus precios, aunque algunos especialistas afirman que esto es una técnica de mercadotecnia, pues no es lo mismo que el consumidor vea un precio de 5.90 a que vea uno de 6, pues el impacto mental hace que se vea más “económico”.
Redondeo engañoso, ¿Cuáles son las cadenas comerciales que lo practican?
De acuerdo con un punto de acuerdo presentado por la senadora Citlalli Hernández con la finalidad de terminar con esta práctica, quienes la comenten principalmente son las cadenas de supermercado y tiendas de conveniencia; de acuerdo con el Banco de México, una de las principales cadenas que realizan esta práctica es la cadena OXXO.
A esta lista se suman marcas como Soriana, Comercial Mexicana, Aurrerá, Walmart, Chedraui, Seven Eleven y HEB; algunas cadenas cuentan incluso con programas propios para el destino de estos recursos, tal es el caso de Soriana que en 2017 lanzó el programa “Somos familia con México” a fin de ayudar a los damnificados por los sismos de septiembre.
Tan sólo en esta iniciativa que duró del 21 de septiembre al 31 de octubre, la empresa reunió más de 13 millones de pesos; sin duda este tema siempre generará una confrontación entre quienes aseguran que el destino de estos recursos son causas benéficas y quienes afirman que se trata de una práctica que sólo beneficia a las grandes cadenas comerciales, tú, ¿qué opinas?