Del 2020 al 2021, las transacciones digitales con tarjetas de crédito y débito incrementaron en un 66.7 por ciento en el estado de Puebla; mientras que los pagos con los plásticos de manera física, solo crecieron en un 20.7 por ciento.
Salvador Espinosa, director general de la consultora Prosa, dio a conocer que dicho indicador se debe principalmente al distanciamiento social que generó la pandemia por la Covid-19.
Ante este panorama, precisó que en el 2022 los medios de pago digitales seguirán siendo el motor de la economía, al ser el puente entre aplicaciones, servicios y usuarios.
“Sin duda, el futuro de las transacciones económicas son los pagos digitales y sin contacto, una tendencia que la pandemia aceleró vertiginosamente y ha sido adoptada tanto por los comercios como por los consumidores. Como ecosistema, estamos enfocados en fortalecer las capacidades e infraestructura tecnológica para ofrecer transacciones electrónicas ágiles, confiables y seguras”, comentó.
Es así que, para el próximo año las empresas tendrán que migrar a la transformación digital, por lo que es posible que los medios de pago integren el uso de tecnologías como pagos biométricos, transacciones invisibles y esquemas de recompensa personalizados, entre otras posibilidades.
“La comodidad, seguridad e inmediatez en los servicios bancarios es una tendencia que seguirá creciendo y fortaleciéndose. De nuestro lado, visualizamos un ecosistema donde será posible iniciar una transacción de forma digital y concluirla presencialmente y viceversa. Este es un esquema que indiscutiblemente impulsará la inclusión financiera y, lo cierto es que, a diferencia del pasado, donde los pagos digitales revolucionaron el comercio, hoy es el comercio quien está revolucionando los pagos”, explicó.
Finalmente, Salvador Espinosa informó que la transformación digital ha cambiado la manera de consumir, y también ha revolucionado el manejo de la información y ha dado pie al Big Data, una disciplina que permite analizar a profundidad diferentes aspectos del negocio y del comportamiento de los clientes que, además, debido a su relevancia fortalece la toma de decisiones en las empresas.