Detrás de los comercios afectados por el coronavirus se encuentra otro sector que sufre de rebote el golpe económico de la pandemia, se trata de la industria inmobiliaria que hoy en día se encuentra paralizada y que con cada negocio que cierra pierde un ingreso por concepto de renta, que no se verá recuperado hasta que finalice la emergencia sanitaria.
De acuerdo con el Director General de Pivasa en Puebla, Armando Mendoza, el 98 por ciento de las transacciones inmobiliarias que tenían programadas para este año se encuentran paralizadas a causa del Covid-19.
“Todas las transacciones inmobiliarias sufrieron un paro del 98 por ciento, hemos estado trabajando en Home Office, en el caso de vivienda la gente tiene miedo de que vayas a sus casas, que llegue gente extraña, la misma situación que estamos pasando del Covid, lo menos que quieres es tener acercamiento con gente que no conoces”, explicó en entrevista con El Sol de Puebla.
Pero no solo las ventas se encuentran detenidas, sino que muchos de los locales que ya tenían contratos tuvieron que cerrar sus puertas y eso ha provocado que en varios puntos de la ciudad proliferen anuncios de venta y renta por parte de las inmobiliarias.
Solo basta recorrer la Avenida Juárez, uno de los corredores gastronómicos más importantes de la ciudad, donde se puede apreciar que los primeros que cayeron en esta contingencia son los pequeños negocios de comida que abandonaron sus establecimientos.
De acuerdo con el director de Pivasa, hasta el año pasado había un incremento importante en la renta de espacios para sector comercial, sin embargo, hoy los números son negativos y se estima una caída de hasta el 20 por ciento en esta rama del sector inmobiliario.
“El 2020 traíamos un crecimiento importante en el tema comercial, ustedes mismos han visto las plazas comerciales que se han abierto por toda la ciudad, traíamos un crecimiento del 70 u 80 por ciento, veníamos con ese crecimiento. Ahorita yo creo que ha decaído en un 15 o 20 por ciento”.
Después del ramo comercial, son el corporativo y el habitacional los que se han visto más afectados, a diferencia del ramo industrial que hasta el momento mantiene su actividad a pesar de la pandemia.
Con ello, el pronóstico para que el sector inmobiliario se pueda recuperar es hasta 2021, una vez que termine la contingencia sanitaria y poco a poco se empiece a reactivar la vida económica en la entidad.
DEL LOCAL AL SERVICIO A DOMICILIO
Uno de los miles de afectados por esta crisis es Óscar Reyes, quien hasta el mes de abril tenía 11 años con su local de belleza en la colonia La Palmas, pero la falta de clientes a causa de la pandemia lo llevó a dejar el lugar que acreditó en poco más de una década para prestar sus servicios a domicilio.
La renta fue el principal factor para tomar esta decisión, pues aunque su arrendatario le condonó la renta del mes de abril y para mayo le redujo al 50 por ciento los 4 mil pesos que pagaba por el establecimiento, no fue suficiente para que pudiera continuar.
“Yo ya tenía 11 años ahí en el local, el señor de la renta se portó muy buena onda y me perdonó el mes de abril y me dijo que me iba a dejar a la mitad el mes de mayo, pagaba 4 mil pesos, pero aún así viendo la situación que no tenía nada gente y se me complicó”.
Y es que Óscar pasó de atender 10 clientes diarios a uno por semana en menos de dos meses, lo que redujo sus ingresos en más del 90 por ciento.
“Desde que se dijo que estaba aquí lo del coronavirus en Puebla sí me bajó muchísimo, primero me había bajado un 50 por ciento y así sucesivamente hasta llegar casi a nada, eso es lo que me orilló a cerrar el local”.
INSUFICIENTES LOS APOYOS DE ARRENDATARIOS
Al igual que el arrendatario de Óscar, muchos empresarios del sector han negociado el pago de las rentas con sus inquilinos, aunque en muchos casos estos no ha sido suficiente para que conserven sus negocios.
“Lo que se está haciendo es negociar con los inquilinos y si te viene pagando una renta de 30 mil pesos, entonces estás negociando con ellos un 20 o 25 por ciento de la renta para colaborar un poco a la situación y que no se vayan”, expuso Armando Mendoza.
Lo mismo ocurre con el sector de vivienda, pues ahora que muchos estudiantes de otros estados regresaron a su lugar de origen se perdieron ingresos para el sector, a pesar de la disposición de reducir la renta hasta más del 50 por ciento.
“El tema ahorita es que las clases se suspendieron desde antes, muchos se fueron a sus casas y ahí entras en negociación, no les puedes decir que se vayan. Un estudiante promedio viene pagando de 4 mil 500 a 5 mil 500 pesos por estudiantes, ahorita les dices que dejan 2 mil y regresas hasta que acabe esto, otros de plano se llevaron sus cosas y saben que tienen que regresar a buscar”.