Desde su presentación y arranque en la Ciudad de México, el Gas Bienestar fue presentado como una opción para aliviar los bolsillos de las familias, aunque desde sus inicios su lanzamiento tuvo algunas fallas, desde costos superiores a los prometidos y hasta un retraso en el comienzo del programa.
Pues recientemente los tanques de este producto registraron un nuevo incremento al pasar el contendor de 20 kilos de los 400 a 490 pesos, mientras que el tanque de 30 kilos pasó de los 600 a los 730 pesos en el periodo de agosto a octubre.
El aumento fue reconocido por el director de esta empresa paraestatal, Gustavo Álvarez Velázquez, durante la entrada en operaciones del Gas Bienestar en la alcaldía Azcapotzalco, misma que es la segunda zona que cuenta con este producto, luego de la delegación Iztapalapa.
Sobre el aumento en el costo, tanto Álvarez Velázquez como la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, justificaron que se dio debido al mismo incremento que registraron los precios internacionales en este producto.
Ambos señalaron que Petróleos Mexicanos (Pemex) es la encargada de ajustar los costos y los aumentos se encuentran fuera las manos del gobierno, incluso afirmaron que este ajuste es semanal debido a que una parte del gas se produce en México mientras que la otra proviene de empresas internacionales.
¿CUÁLES SERÁN LOS SIGUIENTES PUNTOS EN CONTAR CON EL GAS BIENESTAR?
Acerca de los próximos puntos en los que se comenzará a comercializar el Gas Bienestar reiteraron que por el momento sólo será en la Ciudad de México, además de que las alcaldías beneficiadas serán definidas hasta el mes de diciembre.
Refirieron que esta decisión depende de la producción de nuevos cilindros, pues reiteró que los que han sido intercambiados a la ciudadanía que ya cuenta con este beneficio estaban en mal estado, por lo que requieren más de los contemplados inicialmente para cubrir el abasto conforme se va incrementando.
Finalmente los funcionarios reiteraron que pese a estos incrementos en el Gas Bienestar, una medida importante fue el tarar los precios de este producto mediante la Comisión Reguladora de Energía (CRE).