/ miércoles 23 de febrero de 2022

¿Por qué la moneda de México se llama peso?

Tras la Revolución Mexicana, una de las primeras tareas de Banxico fue recuperar la confianza en el papel moneda

Utilizar la palabra peso cuando se habla de los billetes y las monedas que utilizar para comprar o pagar un servicio resulta muy común, pero el origen de esta palabra implica una gran cantidad de historia y de evolución en la forma en que se vieron las transacciones en las sociedades.

Como muchas cosas que pertenecen a la cultura arraigada del país, el uso de la palabra peso es gracias a los españoles y el periodo de la Conquista. En la actualidad, el manejo del papel moneda se encuentra a cargo del Banco de México (Banxico), organismo que abrió sus puertas el 1 de septiembre de 1925.

EL ORIGEN DEL PESO

No es casualidad que en gran parte de América Latina se utilice la palabra peso cuando se habla de la moneda de dinero local. Su origen se ubica en la Conquista cuando Carlos I de España estableció en 1535 la Casa de la Moneda de México, así como la de Santo Domingo en lo que hoy es República Dominicana.

Al llegar los españoles, se dieron cuenta que las culturas indígenas seguían con el trueque como forma de intercambio, así como el uso de productos como el cacao y conchas para adquirir ciertas cosas, por lo que era una especie de moneda. En el caso de España, ya se utilizaba las monedas realizadas de oro, plata, vellón o cobre como forma de pago.

Con la llegada de la Casa de la Moneda se comenzó a acuñar las monedas de plata en México llamadas “Real de a ocho” y que eran conocidas como “peso duro”. Estas eran unos discos de 27 gramos realizadas de oro de tepuzque, que en esencia era cobre. A mitad del siglo XVI es cuando su uso comenzó a popularizarse sobre el oro.

Su popularidad en América Latina se expandió tras la apertura de las casas de moneda de Lima, Perú en 1565, La Plata en Argentina en 1573, que solo duró un año al ser sustituida por la de Potosí en Bolivia. La última en crearse fue la de Santa Fe en Bogotá, Colombia en 1626.

En la actualidad, la gran cantidad de estos países mantienen el término de peso para designar a su moneda. Después de la presentación del peso duro, las diferentes sociedades comenzaron a popularizar el termino, además de tener a la plata como el principal material para su creación.

Uno de los detalles de más curiosidad es que México fue el primero en utilizar el símbolo $ para referirse al dinero. Aunque no se conoce el origen tal cual, del símbolo, muchos señalan que se dio por la combinación de las letras ps o al tachar el número ocho, con el que se identificaba a los reales de ocho.

Fue hasta marzo de 1861 cuando comenzó a dividirse la moneda de acuerdo con el sistema métrico decimal, para darle el valor común que conocemos en la actualidad. Con la llegada de la Independencia, muchos de los caudillos comenzaron a crear su propia moneda, pero la realizaron de bronce ante la falta de plata.

LA LLEGADA DEL BANCO DE MÉXICO

Después del Porfiriato se vivió un periodo de inestabilidad en cuanto a la moneda en México, esto al no existir un sistema de pluralidad en los bancos como alguien que los concentrara. Por ello, tras la Revolución de 1910, la desconfianza en el papel moneda y su valor aumentó en todo México al no saberse con exactitud que moneda tenía real valor.

Los intentos por tener un banco rector se dieron desde el imperio de Agustín de Iturbide, quien buscó crear el Gran Banco del Imperio Mexicano, impulsado por las ideas en la Europa sobre la creación de Bancos Centrales.

No es hasta la promulgación de la Constitución de 1917 cuando se establecieron las características de un Banco Único de Emisión que estuviera bajo control gubernamental. Pese a esto, no es hasta 1925 cuando el Banco de México se volvió realidad, esto por los esfuerzos de Alberto J. Pani, secretario de Hacienda de aquel momento junto al trabajo del presidente Plutarco Elías Calles.

Se pensó colocarle el nombre de “Banco Amaro” en un primer momento, debido a que el capital para la apertura del banco se dio por las economías presupuestales logradas en el Ejército por el secretario de Defensa Nacional, el general Joaquín Amaro.

La apertura oficial se dio el 1 de septiembre de 1925, desde entonces el Banco de México cuenta con la facultad exclusiva de crear moneda, por medio de la acuñación de piezas metálicas y la emisión de billetes. Aunque en los primeros años tuvieron que combatir la desconfianza ante el papel moneda, la institución logró el prestigio que actualmente goza y desarrolló el peso mexicano a lo que conocemos en la actualidad.

Utilizar la palabra peso cuando se habla de los billetes y las monedas que utilizar para comprar o pagar un servicio resulta muy común, pero el origen de esta palabra implica una gran cantidad de historia y de evolución en la forma en que se vieron las transacciones en las sociedades.

Como muchas cosas que pertenecen a la cultura arraigada del país, el uso de la palabra peso es gracias a los españoles y el periodo de la Conquista. En la actualidad, el manejo del papel moneda se encuentra a cargo del Banco de México (Banxico), organismo que abrió sus puertas el 1 de septiembre de 1925.

EL ORIGEN DEL PESO

No es casualidad que en gran parte de América Latina se utilice la palabra peso cuando se habla de la moneda de dinero local. Su origen se ubica en la Conquista cuando Carlos I de España estableció en 1535 la Casa de la Moneda de México, así como la de Santo Domingo en lo que hoy es República Dominicana.

Al llegar los españoles, se dieron cuenta que las culturas indígenas seguían con el trueque como forma de intercambio, así como el uso de productos como el cacao y conchas para adquirir ciertas cosas, por lo que era una especie de moneda. En el caso de España, ya se utilizaba las monedas realizadas de oro, plata, vellón o cobre como forma de pago.

Con la llegada de la Casa de la Moneda se comenzó a acuñar las monedas de plata en México llamadas “Real de a ocho” y que eran conocidas como “peso duro”. Estas eran unos discos de 27 gramos realizadas de oro de tepuzque, que en esencia era cobre. A mitad del siglo XVI es cuando su uso comenzó a popularizarse sobre el oro.

Su popularidad en América Latina se expandió tras la apertura de las casas de moneda de Lima, Perú en 1565, La Plata en Argentina en 1573, que solo duró un año al ser sustituida por la de Potosí en Bolivia. La última en crearse fue la de Santa Fe en Bogotá, Colombia en 1626.

En la actualidad, la gran cantidad de estos países mantienen el término de peso para designar a su moneda. Después de la presentación del peso duro, las diferentes sociedades comenzaron a popularizar el termino, además de tener a la plata como el principal material para su creación.

Uno de los detalles de más curiosidad es que México fue el primero en utilizar el símbolo $ para referirse al dinero. Aunque no se conoce el origen tal cual, del símbolo, muchos señalan que se dio por la combinación de las letras ps o al tachar el número ocho, con el que se identificaba a los reales de ocho.

Fue hasta marzo de 1861 cuando comenzó a dividirse la moneda de acuerdo con el sistema métrico decimal, para darle el valor común que conocemos en la actualidad. Con la llegada de la Independencia, muchos de los caudillos comenzaron a crear su propia moneda, pero la realizaron de bronce ante la falta de plata.

LA LLEGADA DEL BANCO DE MÉXICO

Después del Porfiriato se vivió un periodo de inestabilidad en cuanto a la moneda en México, esto al no existir un sistema de pluralidad en los bancos como alguien que los concentrara. Por ello, tras la Revolución de 1910, la desconfianza en el papel moneda y su valor aumentó en todo México al no saberse con exactitud que moneda tenía real valor.

Los intentos por tener un banco rector se dieron desde el imperio de Agustín de Iturbide, quien buscó crear el Gran Banco del Imperio Mexicano, impulsado por las ideas en la Europa sobre la creación de Bancos Centrales.

No es hasta la promulgación de la Constitución de 1917 cuando se establecieron las características de un Banco Único de Emisión que estuviera bajo control gubernamental. Pese a esto, no es hasta 1925 cuando el Banco de México se volvió realidad, esto por los esfuerzos de Alberto J. Pani, secretario de Hacienda de aquel momento junto al trabajo del presidente Plutarco Elías Calles.

Se pensó colocarle el nombre de “Banco Amaro” en un primer momento, debido a que el capital para la apertura del banco se dio por las economías presupuestales logradas en el Ejército por el secretario de Defensa Nacional, el general Joaquín Amaro.

La apertura oficial se dio el 1 de septiembre de 1925, desde entonces el Banco de México cuenta con la facultad exclusiva de crear moneda, por medio de la acuñación de piezas metálicas y la emisión de billetes. Aunque en los primeros años tuvieron que combatir la desconfianza ante el papel moneda, la institución logró el prestigio que actualmente goza y desarrolló el peso mexicano a lo que conocemos en la actualidad.

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