Puebla es uno de los estados del país donde más cuesta abrir un pequeño negocio debido a los trámites, costo y tiempo, informó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
A través su reporte denominado “Sangre, sudor y lágrimas”, explicó que en la entidad se piden a las personas al menos cinco procesos de tramitología para poder iniciar su emprendimiento.
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Por si fuera poco, deben invertir más de 5 mil pesos y tienen que esperar arriba de los dos meses para poder abrir, en lo que las autoridades de gobierno otorgan los permisos correspondientes.
En la misma situación se encuentran los estados de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nayarit, Michoacán, Guerrero, San Luis Potosí, Veracruz, Colima y Chiapas.
Cuauhtémoc Rivera, presidente del organismo, indicó que esta situación por la que atraviesan algunas entidades del país, genera diversas consecuencias que no han sido detectadas por las dependencias.
La más importante, es que los emprendedores terminan inclinándose hacia la informalidad, pues se enfrentan con un muro de trámites difíciles de cumplir, además de altos costos y ventanas de tiempo excesivas.
También provoca que el país, así como los respectivos estados, pierdan dinamismo, productividad y desarrollo, debido a la gran cantidad de establecimientos en el sector informal.
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“El burocratismo de los distintos niveles de gobierno se orienta a impedir que las cosas ocurran, provocando un descarrilamiento deliberado de la actividad socialmente económica hacia la informalidad”, explicó.
Rivera dijo que para erradicar este problema, es necesario que se realice una campaña que impulse a realizar una nueva manera de hacer negocios, que priorice la actividad económica y comercial, dejándola fluir, y en su desarrollo gradualmente irla regulando.
