Al cierre de 2023, el estado de Puebla reportó la tasa más alta de trabajadores informales desde el 2021, es decir, aquellos que tienen un empleo sin prestaciones, como seguro social, crédito para vivienda, aguinaldo, utilidades o vacaciones.
México ¿Cómo Vamos?, publicó en su base de datos que en el cuarto trimestre de 2021 había un 64.9 por ciento de personas en esta situación; en el 2022, 66.1 por ciento y para el 2023, 66.2 por ciento.
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A raíz de esta tendencia al alza, la entidad se colocó durante el año pasado en la quinta posición a nivel nacional, como uno de los lugares con más empleados en la informalidad.
Solo fue superado por los estados de Oaxaca, que registró un 75.5 por ciento; Guerrero, con un 72.2 por ciento; Hidalgo, con un 68.8 por ciento, y Tlaxcala, con un 68.3 por ciento.
A nivel nacional, la organización expuso que 15 entidades no han logrado la meta de reducir la informalidad laboral a un rango del 51.0 por ciento. Entre estas, se encuentran las antes mencionadas, así como Zacatecas, Estado de México, Campeche y Nayarit.
De manera contraria, 17 estados han logrado dicha proyección, pues su indicador lo mantienen en un rango que va del 30.7 por ciento al 50.5 por ciento. Algunos de estos son Chihuahua, Coahuila, Baja California Sur, Nuevo León y Aguascalientes.
Un lugar con altos índices de informalidad, como es el caso de Puebla, genera diversos problemas al corto plazo para sus habitantes, así como para su propia economía.
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Por ejemplo, los ciudadanos corren el riesgo de acceder a empleos de mala calidad, más posibilidades de ser pobres, dificultades para jubilarse, no tener bancarización y falta de créditos.
Mientras tanto, el propio Estado disminuye sus ingresos tributarios, poca productividad, competencia injusta y una baja competitividad respecto a otros lugares del país.
Sector terciario, alberga al 54% de los informales
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el año pasado había un total de 2 millones 946 mil 463 personas en la informalidad laboral.
De estos, el 54.2 por ciento se encuentra en el sector terciario, es decir, un millón 597 mil 193. Aquí está el comercio, restaurantes, hoteles, transporte, corporativos, entre otros.
Le siguió el sector secundario, con el 29.9 por ciento, que representa a 881 mil 366 empleados. En este se encuentra la construcción, industria manufacturera e industria extractiva.
Finalmente, donde hay menos informales es en el sector primario, con el 15.88 por ciento, es decir, 467 mil 904 personas. En este rubro se ubica la agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca.
Poca inversión privada, la causa de la informalidad
Juan Alberto Vázquez Muñoz, profesor de la facultad de Economía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), explicó que la causa del crecimiento de la informalidad laboral es por la poca inversión privada, ya sea nacional o extranjera, que está llegando a la entidad.
Esta situación provoca que no se generen nuevas fuentes de trabajo formales, debido a la poca expansión que están teniendo las empresas o la nula apertura de más compañías.
“No tenemos la capacidad de generar nuevos puestos de trabajo ni de captar al talento que está en la informalidad, debido a la baja acumulación de capital por el poco nivel de inversión que tenemos”, explicó.
El especialista indicó que el sector informal también sigue al alza por voluntad propia de algunas personas, quienes deciden abrir una empresa sin pagar impuestos y prestaciones, para ahorrarse dinero.
“Es cierto que también tenemos a gente que por voluntad propia está en la informalidad, ellos tendrán sus motivos, sin embargo, creo que la explicación principal es la insuficiencia de generación de empleos”, concluyó.