Cuando se renta un inmueble, propiedad o casa pueden ocurrir escenarios en los que la persona a la que se le da el espacio deje de pagar la renta por diversas circunstancias y que, pese a esto, decida mantenerse en el sitio.
Para muchas personas el ser dueño de una propiedad es un gran paso al significar la oportunidad de generar mayores ingresos y tener disponible un recurso extra para cuando se necesite.
Sin embargo, no siempre se confía en las personas adecuadas y es incluso común que muchos dejen de pagar la renta. Esto puede derivar una gran cantidad de problemas, incluso legales que significaran un desgaste mayor económico y emocional para todos los involucrados.
¿Qué hacer cuando alguien no paga la renta?
Antes que cualquier situación, si la persona a la que rentas deja de pagar, es común que se tengan los depósitos de garantía, los cuales pueden ser utilizados como una compensación en el pago en caso de que falle con un mes o dos.
Posteriormente, se debe revisar el contrato que se haya firmado con la persona al momento de rentar la propiedad. Este deberá aclarar las situaciones y escenarios que ocurrirán ante la falta de pago, además del momento en que esto obligará a la cancelación del acuerdo y la posterior desocupación del inmueble.
Se debe recordar que, previo a cualquier confrontación con la otra persona, la propiedad es mucho más valiosa a cualquier falta de pago, por lo que es primordial pensar en soluciones que no afecten al patrimonio.
En caso de que el inquilino oponga todo tipo de resistencia y utilice estrategias para mantenerse al interior de la propiedad, lo mejor es comenzar una demanda para la desocupación de la casa por motivo de incumplimiento en el contrato de arrendamiento.
Este tipo de procesos suelen ser bastante largos y muy costosos por las tarifas que los abogados pueden llegar a implementar para ambas partes. Del lado de la persona que incumple con el pago puede vivir escenarios poco afortunados como el uso de la fuerza pública para el desalojo de la casa.
Otro de los escenarios posibles es que el inquilino sea obligado a dejar la propiedad, pero sin el pago del adeudo, pero con la intención de dar por terminado el contrato si es que faltan meses por cumplir. De igual forma, se puede obligar a la persona incumplida a hacer el pago de la renta por el total del contrato como si se fuera a terminar en la fecha establecida.
¿Cómo evitar este tipo de situaciones?
Aunque cualquier situación puede ocurrir como que la persona a la que se renta pierda el empleo de un día para otro, o que enfrente una crisis económica que la deje sin recursos, etc., es importante para los arrendadores establecer los procesos que se llevarán a cabo en caso de falta de pago.
Lo primero para evitar encontrarse con personas morosas es investigar lo más posible al futuro arrendatario, en especial sobre sus actividades laborales y que den confianza a que no faltará el pago.
Otra forma de verificar esto es con los llamados avales, una persona u otro bien inmueble que sirva como garantía para el pago de la renta. Además, no se debe dar en posesión la casa o propiedad antes de la firma de un contrato.
Al respecto, el contrato es la parte esencial que protege a las dos partes en la transacción para la renta del inmueble. En este documento se debe escribir de manera clara el nombre del propietario y el arrendatario, la ubicación y descripción de la propiedad, el costo de la renta, el término del contrato, las obligaciones de las partes, días y forma de pago, además de las consecuencias por no pagar oportunamente la renta y que llevarán a la terminación del contrato.
Ante cualquier situación o problema con el pago de la renta de una propiedad que tengas, lo mejor es buscar asesoría con un abogado para saber qué pasos seguir y, en caso de evitar el juicio por arrendamiento, poder encontrar una solución pacífica para las partes.
